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por: Martín Mazzoleni

En el rubro inmobiliario aseguran que el precio del metro cuadrado de construcción en dólares es el más bajo, al menos, de los últimos 15 años. Ese factor junto a las restricciones en los hábitos de consumo que genera la pandemia y las trabas para comprar dólares llevaron a que muchas personas que tienen capacidad de ahorro se vuelquen a la construcción.

“Ahora lo más complicado para conseguir es el hierro y los ladrillos huecos. Hay más demanda y a su vez hay menos entrega”, aseguró a Info BLANCO SOBRE NEGRO, Adrián Pérez, propietario de un corralón de materiales en el Gran La Plata.

En este momento, los ladrillos huecos son la gran vedette. Los comercios que tienen algunos para vender ponen carteles para anunciarlo y en pocas horas se agotan.

“Antes pedía siete equipos de ladrillos por mes y te los daban. Ahora hay que sacar turnos y no entregan todo lo que necesitamos. Ellos dicen que el problema es que están produciendo con menos personal por la pandemia pero también se comenta que están especulando”, explicó el comerciante.

La presidenta de la Cámara Industrial de Cerámica Roja (Cicer), Eugenia Ctibor, habló con Infobae y aseguró: “Ahora hubo un desborde, es la primera vez que sucede esto”. 

“Las fábricas no entregan menos de lo que tenían comprometido con los corralones, y en muchos casos se les están entregando todo lo que se produce. Pero vienen y te dicen ´dame todo lo que tengas´”, señaló la empresaria que negó una actitud especulatoria por parte del sector.

A pesar de que el valor de la construcción medido en dólares continúa relativamente bajo en las últimas semanas se comenzó a registrar una escalada en los precios de los materiales. “Cada envío que realizan viene con un aumento de alrededor del 5%. A nosotros nos dan turno todos los fines de semana y todos los viajes suben un poquito”, comentó Pérez.

Ctibor aseguró que el gran repunte en las ventas se produce por obras pequeñas que ella “autoconstrucción”, y graficó: “Hoy la gente va y compra por unidades, 20, 50, 100 ladrillos”.

En la misma línea, el propietario de un corralón de Florencio Varela que consultó este portal aseguró: “Hay mayor demanda, mucha gente nos dice que no puede irse a ningún lado y que les conviene gastar la plata para que no se desvalorice. Por eso muchos decidieron invertir en la casa. Hay mucha obras chicas y refacciones. Las obras más grandes todavía no se reactivaron del todo”.

Y destacó: “Nosotros percibimos que hay más trabajo ahora que antes de la pandemia. Hay una suerte de desesperación. El que tiene un peso no sabe qué hacer y decide construir”.

Los corralones aseguran que en los últimos días, las fábricas también comenzaron a retacear la entrega de cemento. “Están dando turno cada 15 o 20 días y hay que arreglarse. Antes era más factible que haya envíos adelantados. Desde que comenzó la pandemia hubo tres aumentos, dos del 4% y uno del 5%”, explicó el comerciante.

En Loma Negra y Cementos Avellaneda, dos de las principales fábricas del país que están ubicadas en la localidad de Olavarría, las playas de camiones están colmadas. “Al principio se paró pero desde hace algunas semanas estamos haciendo horas extras”, contaron desde el sindicato AOMA.

Los datos difundidos oficialmente por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland reconocen un aumento importante en las toneladas despachadas. Aunque el acumulado en el año sigue un 20% por debajo respecto al 2019, en septiembre se produjo un significativo repunte.

Durante el último mes se despacharon más de un millón de toneladas de cemento, un valor que representa un 10,1% más que el mismo mes del año pasado.  

La situación fue advertida por Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) que comenzó un relevamiento entre empresas constructoras de todo el país. Los datos preliminares indican faltantes de ladrillos huecos, chapa galvanizada, acero redondo, cemento, entre otros.