En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, el presidente del Centro Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM La Plata), Hugo Robert, contó: “Cuando comenzó la cuarentena veníamos colaborando con un taller de oficios en el Barrio Malvinas que se transformó en un comedor ubicado en 34 y 154. Empezamos a colectar alimentos y al tiempo se empezaron a sumar otros”.

Actualmente, el CECIM colabora con comedores comunitarios y ollas populares que asisten a unas 2500 personas. Para eso gestiona donaciones con otras organizaciones y empresas.

“Hace una semana, a través de las redes se dio un contacto casi casual con Lucio Tortosa, un compañero que maneja una cooperativa de consumo llamada Soberanía Alimentaria. Vi en una publicación que estaban entregaban langostinos a un comedor, entonces empezamos a charlar”, contó Robert.

Y continuó: “Surgió la posibilidad de conseguir una donación importante de frutos de mar para los comedores de La Plata a través de la empresa Conarpesa. Conseguimos 250 kilos de langostinos que servirán para 2.500 raciones porque la cooperativa nos donará las verduras, el arroz y el aceite que será el plato que se elaborará en cada uno de los comedores. Me acaba de confirmar Lucio que la semana que viene nos donarán merlusa”.

Gracias al CECIM, esta fin de semana los vecinos que asisten a distintos comedores recibirán un plato de arroz con langostinos. “El langostino argentino es uno de los mejores del mundo porque el Atlántico Sur es uno de los menos contaminados. El producto que nos donaron es el mejor, se denomina clase L2 y es un producto de exportación”, destacó Robert.

“El mundo pesca para comer, nosotros pescamos para vender”

El CECIM viene impulsando una campaña para concientizar sobre la necesidad de desarrollar la actividad pesquera nacional. “Nosotros venimos sosteniendo que los argentinos no podemos estar tan lejos del pescado cuando somos un país que tiene una de las pesquerías de las 20 más grandes del planeta. Todo el mundo protege la actividad pesquera por las cualidades alimentarias y porque es una gran generadora de trabajo. Se mantiene el latiguillo de que al argentino no le gusta el pescado para exportar todo”, aseguró el presidente de la institución.

“En el último tramo del gobierno de Cristina hubo un programa para acercar pescado a los barrios a precios populares y la gente respondía porque todos saben su calidad nutricional. La ley sigue diciendo que el recurso es del Estado nacional y las provincias pero hay una gran inacción. No podemos darle harina a los pibes nomás, las mejores proteínas son las que vienen del mar”, remarcó.

Argentina tiene un consumo de 5 kilos de pescado por persona por año y el promedio mundial es de 15 kilos. En Japón es de 50 kilos.

“En todos los países del mundo la pesca se usa para alimentar a sus habitantes y dar trabajo. Argentina es el único país que pesca para vender todo y a la gente que no puede comprar nada le damos harina”, advirtió el titular del CECIM.

Y mencionó: “Por descarte, se arrojan 300 mil toneladas por año de la mejor proteína animal, lo que equivale a la alimentación de 3 millones de argentinos por día. El descarte pueden ser peces chicos que no sirven comercialmente y los devuelven al mar pero ya están muertos. En Europa el descarte está prohibido desde 2004, Argentina sigue con prácticas prehistóricas”.

“Todos los años vienen cada vez más barcos porque en otros lados el recurso está más cuidado o es más escaso. Nosotros tenemos que defender el recurso con una pesca soberana que sirva también a los argentinos. La soberanía ya no se pelea con armas, la batalla que hay que darle a Gran Bretaña es ocupar estratégicamente el Atlántico Sur con el desarrollo de la actividad pesquera para disputar el mar. Eso sería honrar la memoria de los compañeros caídos”, concluyó.