En las últimas horas, intendentes del interior empezaron a advertir que desde La Plata están rechazando derivaciones por falta de lugar. Con once hospitales provinciales y diez clínicas privadas, la capital bonaerense siempre fue un centro de recepción de pacientes de toda la provincia. El año pasado, el sistema sanitario local cumplió esa función. En la “segunda ola”, el “tsunami” de casos autóctonos y de la Región dejó a los centros de salud de la ciudad al borde del colapso. En diálogo con Info Blanco Sobre Negro, el director de la Región Sanitaria XI, Claudio Cardoso, explicó: “Aceptamos todas las derivaciones siempre que hayas camas disponibles. Pero la realidad es que ahora estamos pensando en llevar pacientes desde La Plata hacia el interior. Estamos con un nivel de saturación que está muy cerca del 100% en camas de terapia intensiva. Las salas intermedias Covid están totalmente saturadas”. Cardoso aclaró que en la Región todavía no sucedió que un paciente crítico quedase sin atención pero advirtió que “quedan unas pocas camas con respirador disponibles”, y graficó: “En el San Martín que tiene 50 camas quedarán dos o tres. El problema es que cuando un paciente empieza a ser ventilado por Covid permanece en promedio unos 20 días”. “Tenemos gente en las guardias de los hospitales y las clínicas esperando por 6 o 7 horas para conseguir una cama cuando antes demoraba media hora”, contó el titular de la región sanitaria y agregó: “Estamos estableciendo estrategias para hacer el triaje que define cuando y donde prestar asistencia. Llegado el momento, esperemos que no, habrá que empezar a definir a quién poner el respirador y a quién no. Para eso estarán los comités de ética”. La situación es aún más grave en el sector privado que según el funcionario provincial “está absolutamente colapsado”. Durante una reunión virtual realizada este viernes, los directores de hospitales y clínicas privadas de La Plata coincidieron en el diagnóstico. El sistema de salud en su conjunto está al límite. “El 50% de los internados en hospitales públicos son de la seguridad social y de prepagas. El sistema privado ya no puede dar respuestas a los afiliados. No importa si un paciente tiene OSDE 910, el plan más alto, porque no hay lugar en las clínicas y termina siendo atendido en el sector público”, aseguró Cardoso. Y plantó: “Sería bueno que salga a hablar el sector privado que está muy callado. Nosotros vemos que los sistemas pre hospitalarios de emergencia están dando vueltas con un paciente arriba de una ambulancia, sin conseguir lugar para internarlo”. Las derivaciones en la Provincia son gestionadas a nivel central desde la Dirección de Manejo de Emergencias Sanitarias y Catástrofes. Cuando un centro de salud pide una derivación, el área empieza a buscar camas acordes a las necesidades y la historia clínica del paciente. Con niveles de ocupación tan altos, el proceso se vuelve cada vez más complejo y más si las distancias son largas. “Ayer a la 1 de la mañana un paciente ingresó con insuficiencia respiratoria en la guardia de una clínica privada. Finalmente conseguimos una cama en el sector público por una baja. Eso es lo doloroso, estamos teniendo lugar por bajas”, relató Cardoso y agregó: “A esta problemática la sufren no solo pacientes con Covid sino personas que por ejemplo sufren accidentes, un infarto o un ACV, por ejemplo”. En cuanto a la provisión de oxígeno, insumo crítico para atender pacientes con Covid que en escasea en situaciones extremas como la que atraviesa Brasil, el director de la Región Sanitaria XI aseguró: “No tenemos problemas pero en el sector privado empezó a haber conflictos con productores que aprovechando el momento ponen precios impagables. A una clínica de La Plata el proveedor le pidió pagos anticipados bajo amenaza de suspensión del suministro con diez pacientes con respirador. El sector público tiene plantas de producción de oxígeno propias”. En cuanto a las previsiones para los próximos días, apuntó: “Todavía estamos recibiendo pacientes de la oleada de Semana Santa pero sabemos que en los días siguientes siguieron aumentando los contagios por lo que esperamos mayores nivele de internación. Para que empiece a bajar necesitamos unos 20 días más si es que las medidas restrictivas se cumplen”. “El panorama es triste pero hay que reflexionar en que la solución está en las manos de cada uno de los habitantes. El cuidado personal es también colectivo, si extremamos todas las medidas y sólo salimos para cuestiones vitales esto lo podremos controlar. El debate por la suspensión de clases es disparatado en un contexto de catástrofe sanitaria. Hay muchas alternativas para recuperar contenidos pero sólo si estamos vivos”, concluyó.