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Este martes a las 11 horas se celebrará el “Gran Magal de Touba”, una festividad religiosa de una hermandad musulmana con millones de adeptos en Senegal.

Este año, por la pandemia, la celebración se limitarán a una peregrinación con protocolo y distanciamiento social por Avenida 53, desde Plaza Moreno hasta Plaza San Martín .

El “Gran Magal de Touba” es la peregrinación religiosa y cultural anual más grande de la Hermandad Mouride de Senegal. Recuerda la vida y enseñanzas de su fundador Cheikh Amadou Bamba.

Cheikh Ahmadou Bamba nació en 1853 y predicó el islam en una sociedad senegalesa envuelta en la colonización francesa. A pesar de predicar una doctrina pacifica, los franceses lo vieron como una amenaza a su dominación y lo sentenciaron al exilio en Gabón (1895-1902) y más tarde en Mauritania (1903-1907).

Estos exilios inspiraron historias y cuentos populares de la milagrosa supervivencia de Bamba de torturas e intentos de ejecución, y miles más siguieron sus prédicas, compuestas por una mezcla de las enseñanzas del profeta Mahoma y de los valores que descienden de la cultura wólof.

“Hay muchas hermandades dentro del musulmán pero todas tenemos una relación amistosa porque todos creemos en Allah y el Corán. Lo único que cambia es el líder religioso. En el Mouridism es Sheikh Ahmadou Bamba (1853-1927) que en la época de la colonización francesa resistió los intentos de evangelización, la imposición del cristianismo como religión”, explicó a Info BLANCO SOBRE NEGRO, Cheikh Gueye, integrante de la comunidad senegalesa de La Plata,

Sobre la situación de los senegaleses en el país, los integrantes de la comunidad señalan que uno de los principales obstáculos es que la mayoría no cuentan con DNI ya que sólo lo pudieron tramitar quienes llegaron antes del 2013. El resto tiene un documento de refugiados.

“Mi objetivo es volver a Senegal pero mi país está mal, aunque tampoco es como cree la gente por las televisión que vivimos en chozas entre los animales. Vivimos en casas como acá y se consigue alimento y agua potable pero no hay otros derechos. Por ejemplo, para tener atención de salud hay que pagar”, explicó Gueye y agregó: “Una diferencia es que acá viven en una casa sólo los padres con sus hijos, en cambio allá vive toda la familia junta en comunidad”.

“Si nos conocieran y vieran la forma en que trabajamos nos darían más oportunidades porque somos muy responsables. Pero la gente desconoce mucha nuestra comunidad. Por eso hacemos esta festividad abierta, para que puedan conocernos mejor”, concluyó el joven sengalés.