

Los Fondos Comunes de Inversión (FCI) no son sociedades ni personas jurídicas, sino patrimonios que se forman con los aportes que realizan los inversores suscribiendo cuotapartes y convirtiéndose, en consecuencia, en “cuotapartistas” del Fondo en el que se decida invertir. El gobierno argentino lo explicó así, con claridad y simpleza, en su sitio oficialargentina.gob.ar.
Además, aclaró que en el desarrollo y funcionamiento de cada FCI, intervienen dos tipos de entidades independientes: una “sociedad gerente” y otra “sociedad depositaria”.
En todo el territorio, el registro, control y regulación de los FCI, así como de las sociedades gerentes y depositarias, está a cargo de la Comisión Nacional de Valores (CNV) de la República Argentina. Pero hay que tener en cuenta que cada FCI, al igual que cada sociedad gerente y depositaria, tiene la obligación de contar con una autorización previa de la CNV para poder funcionar como tal.
Los Fondos Comunes de Inversión pueden clasificarse de acuerdo a su forma de constitución en abiertos o cerrados.
Las principales diferencias entre ambos están dadas por el objeto de inversión que desarrollan y por los procedimientos en el tratamiento de las suscripciones y rescates de cuotapartes (artículo 21 Ley Nº 24.083). “La mayoría de los FCI que funcionan actualmente son abiertos”, aclara el sitio oficial del Estado argentino.
Allí también se aclara que “los FCI Abiertos o Cerrados pueden prever la emisión de distintas clases de cuotapartes con diferentes derechos, detalle que debe estar claramente especificado en los sus respectivos ‘Reglamentos de Gestión’ (y/o prospectos de emisión en el caso de los FCI Cerrados)”.
¿Qué es un FCI abierto? “En los FCI Abiertos la cantidad de cuotapartes en circulación puede aumentar o disminuir a lo largo de la vida del fondo, dependiendo de la cantidad de cuotapartes que se emitan para atender las solicitudes de suscripción o de aquellas que se den de baja de acuerdo con las solicitudes de rescate que se reciban por parte del público inversor”, menciona el sitio al que hicimos referencia.
Luego detalla: “En los FCI Abiertos un inversor puede ingresar al fondo solicitando la suscripción de cuotapartes o salir de este solicitando el rescate de las mismas a través de cualquiera de los medios habilitados (Sucursales de Agentes Colocadores autorizados, sucursales de entidades financieras, páginas de Internet o sistemas telefónicos registrados, etc.) . En la administración de la cartera de los FCI Abiertos se deben respetar las restricciones y limitaciones que surgen de la Ley Nº 24.083, del Decreto Nº 174/93 y de las Normas CNV (N.T. 2013)”.
Según su objeto de inversión, los FCI Abiertos se pueden clasificar en:
Qué es un FCI cerrado: los FCI Cerrados se constituyen con una cantidad fija máxima de cuotapartes que se emiten en la etapa de colocación y cuya cantidad no puede aumentar o disminuir en la medida que no se recibirán nuevas suscripciones ni solicitudes de rescates hasta la disolución del FCI cerrado de que se trate o hasta la finalización del plan de inversiones determinado en el su respectivo reglamento de gestión y/o prospecto de emisión.
“En consecuencia, en el caso de los FCI cerrados sólo se pueden suscribir cuotapartes al momento de la oferta inicial. Luego de ese entonces y a lo largo de toda la vida del FCI, el público inversor únicamente podrá adquirir o vender cuotapartes en los mercados de valores.En este sentido, las cuotapartes de los FCI cerrados solo se podrán negociar en mercados institucionalizados organizados y autorizados por la CNV”, refiere el mencionado artículo.
Sobre “el reglamento de gestión de un FCI y cómo se compone”, aclara: “El reglamento de gestión de un FCI es un contrato suscripto originalmente por el agente administrador y por el agente de custodia del FCI, al que los inversores (cuotapartistas) adhieren de pleno derecho al suscribir cuotapartes del fondo. En este sentido, el reglamento de gestión regula las relaciones contractuales entre las partes y se encuentra constituido, por un lado, por cláusulas particulares y, por el otro, por cláusulas generales, establecidas en la normativa CNV (N.T. 2013), cuyo texto completo y actualizado se encontrará en forma permanente a disposición del público inversor en la web de la CNV”.
Y detalla: “Se compone de cláusulas generales y cláusulas particulares. Las cláusulas generales serán las plasmadas en la Normativa de la CNV (N.T. 2013), cuyo texto vigente y actualizado estará disponible en forma permanente en la web, en el texto ordenado de las Normas de la CNV 2013 (N.T. 2013) y en las oficinas u otros medios del agente de administración y del agente de custodia de productos de inversión colectiva de cada FCI, según normativa vigente. Las cláusulas particulares incluirán cuestiones no tratadas en las cláusulas generales y deberán ser completadas, teniendo en cuenta que ninguna previsión que se incorpore en las cláusulas particulares puede ser contraria a las cláusulas generales vigentes”.