

Por: Patricio Asorey
Fabián Melillo tiene 42 años, en 2007 egresó de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP y empezó a dirigir obras y proyectos vinculados a su profesión. Pero al momento de encarar la construcción de su propia casa, su pareja le comentó que un conocido estaba haciendo la suya ‘con barro’.
En ese momento no le dio importancia, pero después de hacer un curso sobre energías renovables, donde hablaban de soleamiento de muros, entre otras cosas, se entusiasmó y empezó a capacitarse para profundizar más en esos conocimientos, o saberes.
“Hicimos nuestra casa con tierra cruda, nos mudamos, vino la pandemia, y al toque me dejan un notita por abajo la puerta. Era uno de mis compañeros diciéndome que quería saber más sobre la construcción con barro”, recuerda Fabián sobre el día que nació Barro Bioarquitectura.
Se trata de un grupo de 7 arquitectos, o en vías de serlo, que se dedican a la bioconstrucción, un sistema que reemplaza insumos industriales para construir hogares más eficientes y amigables con el medio ambiente.
Además de la utilización de barro, piedras, paja y estructuras de madera para reemplazar la mayor parte posible de insumos producidos por la industria, este sistema constructivo, además de tener raíces ancestrales (en Jujuy por ejemplo la arquitectura en tierra es Patrimonio Cultural vivo), ofrece otros beneficios.
“Una casa de hormigón no respira, no ventila, tiene mucha humedad interior, mantiene el polvo en el aire. En cambio, una casa creada con estos materiales mantiene una temperatura estable durante todo el año, lo que la convierte en una casa relativamente fresca en verano y relativamente cálida en invierno, hace falta muy poquito para calefaccionar y refrigerar”, agrega Fabián.
“Hace 8 años, cuando arranqué con esto, no era fácil encontrar información sobre este sistema. Lo único que estaba disponible era el video de Jorge Belanko, un constructor del sur que es como un guía para nosotros”, dice el entrevistado por Info Blanco Sobre Negro en referencia a El Barro, las Manos, la Casa, un video de 53 minutos, publicado hace 11 años y con más de 1 millón de reproducciones en Youtube, que muestra el proceso constructivo de una casa con barro de principio a fin.
En la actualidad, la Red Pro Tierra Argentina es una de las organizaciones que más activamente trabaja en el fomento y el desarrollo responsable de la construcción con tierra.
“Nosotros estamos cerrando entre 500 y 600 dólares el metro cuadrado”, calcula Fabián los costos, mientras que según un informe de la Asociación de Pymes Constructoras (Apymeco), en marzo de este año construir un m2 en el sistema tradicional costaba alrededor de 1 millón 200 mil pesos, casi el doble.
Sin embargo, los costos más bajos no son el único motivo por el cual la gente se acercó a Barro BioArquitectura. “Entiendo que esto no es un boom, una cuestión estética o de moda, hay mayor conocimiento sobre lo que sucede a nivel planetario y humano en términos de medio ambiente, tiene que ver con cómo podemos y queremos vivir”, asegura a Fabián.
“A una casa de dos plantas entre medianeras de muchos metros cuadrados dentro del territorio urbano, le construimos un muro inclinado hacia el norte para que en el verano proyecte sombra. Lo habíamos calculado, pero nunca lo habíamos hecho y funcionó muy bien”, responde Fabián frente a la pregunta de cuál fue el mayor desafío constructivo que ha encarado el grupo.
Si bien el presente es complejo y el futuro se percibe incierto (“En los últimos 12 meses solo hacemos trabajos chicos”, asume el referente de Barrio BioArquitectura), los objetivos profesionales para el grupo están claros. “Estamos formados en la Academia y por eso acostumbrados a trabajar con líneas de encuentro a 90 grados, con esquinas rectas, debemos soltarnos más y empezar a diseñar con formas orgánicas”, opina.
La historia de Fabián es la de aquellas personas que una incomodidad, inquietud o interés se les presenta, al menos, como una oportunidad de cambio para trabajar de una forma más acorde a sus deseos, o simplemente para sentirse más satisfechos aunque implique esforzarse más. A algunos les cambia la vida, otros le cambian la vida a los demás. Los riesgos y los temores de tomar una decisión así son grandes, pero lo fundamental es animarse.