

El Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires (CIPBA) advirtió sobre la necesidad imperiosa de que los Estados nacional y provincial trabajen en conjunto "para definir un plan de administración y gestión de la infraestructura que genere las cada vez más necesarias obras de mantenimiento y ampliación de la red existente de caminos tanto rurales como urbanos".
“La tormenta del 7 de marzo sobre Bahía Blanca y zonas aledañas debe recordarles a las administraciones que gestionan el Estado, tanto nacional como provincial y municipal, la imperiosa necesidad de accionar sin demora en el sentido solicitado por nuestro Colegio de Ingenieros, ya que la misma puso de manifiesto la fragilidad de la infraestructura que hace habitables nuestras ciudades y permite que la cadena productiva genere bienes consumibles y exportables que nuestra economía necesita para crecer”, sentenció el CIPBA.
"Aunque el gobierno provincial ha logrado poner algunas obras en marcha, este programa se ve afectado por la ausencia de un esquema de financiamiento lógico que permita la continuidad a ritmos razonables", agregó la entidad, y pidió "un régimen nacional que permita la materialización de inversiones públicas, privadas y/o mixtas, generando entonces un proceso virtuoso de mejora continua".
Al respecto, el presidente del CIPBA, Jorge Castellano, consideró que "la solución debe ser abordada pensando más allá del proyecto, licitación y construcción de obras de la manera tradicional, debe adecuarse tanto la necesidad de atender la problemática de obra y su forma de solución como a la manera en que el gobierno provincial diseña el presupuesto y cuánto del mismo va a la materialización de inversiones en el sector".
Según un informe que la entidad presentó en las últimas horas en el Senado bonaerense, en donde se compara el gasto público en las 24 jurisdicciones del país, la provincia de Buenos Aires es una de las que menos destina en porcentaje del presupuesto a gastos vinculados a obra pública y energía.
El relevamiento, que corresponde al ejercicio 2023, arrojó que la provincia está en el puesto 21 de 24 en el porcentaje de inversión de capital (mejora de rutas, hospitales, escuelas y redes de agua) sobre el total de gastos, con un 7 por ciento, cuando en el mismo período las cinco primeras provincias gastaron entre el 17 y el 30 por ciento de su presupuesto en inversiones de obras de infraestructura, mientras que de las mediciones parciales del primer trimestre de 2024 no se obtienen datos más alentadores para la provincia, ya que el porcentaje invertido llega al 5,10 por ciento del gasto público provincial.
"Analizar el presupuesto bonaerense es el primer paso para la reorientación del gasto público, ya que da la impresión que se destina dinero a obras en función de lo que deja libre el gasto de mantenimiento de una estructura burocrática-política obsoleta e improductiva como la actual", puntualizó el CIPBA, y se preguntó si la gestión provincial gasta de manera razonable los recursos con los que cuenta.
"A simple vista pareciera que no, ya que la mayoría de este se destina a gasto corriente. Entonces debemos pensar si los regímenes especiales jubilatorios son viables y si la cantidad de empleados públicos junto con su idoneidad para los lugares que ocupan es la que necesita un Estado eficiente. Es necesario saber si el crecimiento del número de ministerios, secretarias y subsecretarías que pareciera que no aportan nada al crecimiento de la economía ni a la mejora de las condiciones de vida de nuestra población, entre otros puntos a revisar, deben ser mantenidos o redefinidos con un nuevo criterio de eficiencia porque no se trata de discernir si los gastos son justos o no, sino que le aportan al conjunto y si pueden pagarse tanto ahora como a futuro", respondió.
"¿El tamaño de su planta de empleados es acorde al servicio que presta en las condiciones en que debe brindarlo?, pareciera que no, ya que no hay servicios que deba brindar nuestro Estado provincial, pensando en la seguridad, educación, salud entre otros, que funcionen en el territorio como nuestra gente los necesita. Entonces, ¿son los empleados incorporados últimamente de la calidad que necesita el sector al que fueron asignados o son solo incorporaciones de militancia política reubicada tras haber quedado libre de lugares nacionales tras la derrota electoral en las presidenciales de 2023?", se volvió a preguntar.
En este punto, Castellano opinó que "si bien la suspensión del financiamiento nacional de la obra pública fue determinada en el marco de las políticas de déficit cero, positiva en materia de orden fiscal, va dejando en claro que está afectando la capacidad productiva y el desarrollo económico de amplias zonas de la provincia y del resto del país", además de sostener que "ha puesto en evidencia la necesidad de hacer una reingeniería del presupuesto provincial fijando como prioridades las inversiones de capital por sobre un gasto político ya insostenible".
“Nuestra provincia está inundada, con un sistema de comunicaciones obsoleto, con menos energía de la que necesita, con faltantes de agua potable, con un sistema cloacal que no siempre depura, sino que mayormente contamina, sin establecimientos educativos, de salud y seguridad modernos con servidores públicos dedicados y eficientes como nuestro pueblo merece, pero el tema principal para la clase política dirigente es si desdoblamos las elecciones a legisladores de 2025", cuestionó el dirigente.
"Creemos que esta situación actual es insostenible y debe ser abordada de inmediato con la responsabilidad profesional que permita resolverlas, aunque abordándolas con un enfoque novedoso que ponga énfasis en el cuidado ambiental, el apoyo a la cadena productiva y por sobre todo en la racionalidad del gasto, dando prioridad a destinar recursos crecientes a esta mejora en detrimento del gasto político innecesario de corte ideológico, obsoleto e improductivo. El crecimiento del sistema productivo depende de lograr construir en el mediano plazo un sistema que permita implementar una infraestructura sólida y moderna, ya que, sin la reactivación de las obras del sector, será difícil lograr el crecimiento y la competitividad de los sectores estratégicos que permitan recursos crecientes para modificar el estado de cosas actual”, concluyó Castellano.