La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció que no se sumará al paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para el próximo 10 de abril.

La decisión del gremio de los choferes de colectivos se fundamenta en la conciliación obligatoria dictada por el gobierno nacional, en el marco de las negociaciones salariales del sector.

Según el sindicato, la negativa a sumarse a la medida de fuerza no responde a una postura política ni sindical, sino a limitaciones legales y estatutarias.

La organización liderada por Roberto Fernández remarcó que la decisión de no sumarse al paro ya fue analizada con asesores legales, quienes advirtieron que el incumplimiento de la conciliación podría derivar en sanciones severas e incluso en la intervención del gremio. 

A pesar de la decisión oficial del sindicato, existe la posibilidad de que el servicio de colectivos se vea afectado indirectamente. Algunas empresas podrían optar por no sacar las unidades ante el temor de represalias o daños materiales, y algunos choferes podrían decidir no prestar servicio de manera individual.

Mientras tanto, en lo que tiene que ver con las negociaciones paritarias, este jueves volvió a fracasar la reunión entre gremio y empresarios, aunque se acordó un nuevo encuentro para el próximo 9 de abril.