

Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y CONICET decidió explorar los efectos fototóxicos generados en moléculas presentes naturalmente en la piel que son causados por los dispositivos que se usan en los salones de belleza para secar esmalte de uñas usando radiación UVA y luz visible.
Utilizando un dispositivo comercial de secado de esmalte de uñas que fuese representativo en cuanto a sus características técnicas, los investigadores mostraron que la dosis de radiación que emiten estos aparatos durante una sesión típica de manicura degradan compuestos presentes en la piel, a través de procesos fotosensibilizados.
“Desde la ciencia básica, nuestro principal objetivo fue mostrar los posibles efectos perjudiciales que pueden tener lugar cuando se usa este tipo de dispositivos. Como así también, concientizar sobre los efectos adversos que pueden provocar este tipo de fuentes de radiación, que son de muy fácil acceso, económicas, que no tienen ningún tipo de regulación y muy poca o nula recomendación de uso en los manuales”, explicaron los autores del trabajo, que fue publicado recientemente en Chemical Research in Toxicology, una revista de toxicología química.
El grupo está formado por Mariana Paula Serrano, María Laura Dántola, Carlos Ardila Padilla y Mariana Vignoni, quienes forman parte del Grupo de Investigación en Fotosensibilización y Fotobiología Molecular del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y del CONICET.
Estos procesos pueden dañar diferentes biomoléculas, y afectar así sus funciones biológicas. Según describió Dántola, investigadora especializada en fotoquímica, “en los procesos fotosensibilizados una molécula sufre una alteración fotoquímica o fotofísica como consecuencia de la absorción inicial de radiación electromagnética emitida por otra molécula a la que denominamos fotosensibilizador".
"La transferencia de energía del fotosensibilizador al sustrato, la formación de fotoaductos y las oxidaciones fotosensibilizadas producen alteraciones químicas en las biomoléculas (ADN, lípidos, proteínas y metabolitos de bajo peso molecular), provocando diferentes daños a nivel celular que van desde disfunciones en el metabolismo hasta la muerte de la célula. Estos procesos se inician con la absorción de radiación, y luego un sustrato es transformado en un producto que tendrá una estructura química diferente a la de su precursor, y muy probablemente un cambio en su papel bioquímico dentro de un organismo", agregó.
“Podría decirse que sería un daño indirecto de la luz emitida por estos dispositivos. En nuestra piel tenemos compuestos que pueden interactuar con la luz que emiten estos equipos y desencadenar una serie de reacciones que degradan componentes claves de los sistemas biológicos, como el ADN, las proteínas y los lípidos”, señaló, por su parte, Serrano, quien investiga procesos fotoquímicos de interés biológico.
“Esta exposición es la misma que recibimos un día de verano al mediodía donde normalmente nos protegemos del sol colocando protectores solares químicos o una barrera física como gorras o ropa blanca. Es decir, ya está normalizado el cuidado de la piel porque se conocen los efectos perjudiciales de la exposición a la radiación UV emitida por el sol. Los dispositivos usados en manicura usan radiación UVA y luz visible para el curado del esmalte de uñas, por lo tanto, sería mejor minimizar la exposición y evitar el uso repetitivo", mencionó, al respecto, Serrano.
Pero una piel que luce envejecida no es lo más grave: “cáncer de piel y ciertas lesiones oculares (cataratas, retinopatías, entre otras) son patologías desencadenadas o agravadas por la exposición a la radiación solar o a ciertas fuentes de radiación artificial”, agregó Dántola.
Por otro lado, pueden contribuir a causar reacciones adversas como fotoalergia o fototoxicidad. Además, en personas con enfermedades de la piel, como es el caso del vitíligo, la acumulación de fotosensibilizadores generados a partir de moléculas naturalmente presentes en piel puede exacerbar el daño.
La investigadora Mariana Vignoni, bioquímica, explicó la relación entre los procesos fotosensibilizados y el cáncer. “Es compleja y presenta dos caras. Mientras que ciertos procesos fotosensibilizados pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel debido al daño celular inducido por la luz UV, la fotosensibilización también se utiliza de manera controlada y terapéutica para destruir células cancerosas en la Terapia Fotodinámica. Es fundamental ser consciente de que ciertos medicamentos y sustancias podrían actuar como fotosensibilizadores, de esta manera se podría tener una mayor precaución durante la exposición solar y así reducir el riesgo de daño cutáneo y cáncer de piel".
Respecto de las recomendaciones, el equipo señaló que “ya es generalizado el cuidado cuando uno se expone al sol un día de verano. Esto mismo podría aplicarse cuando se usan estos dispositivos de secado. El uso de bloqueadores solares y/o guantes adecuados contribuirían a disminuir la exposición de ciertas regiones que se encuentran innecesariamente expuestas a la radiación, tales como dedos y mano. Con esa información disponible, las personas son conscientes de los riesgos que tiene la exposición no controlada a este tipo de dispositivos y de esta manera pueden decidir disminuir la frecuencia y minimizar su uso".
Fuente: UNLP