Se le reclama al Peronismo, aunque no se pertenezca, el rol saliente de representar tal o cual cuestión. Se le endilga su vejez y su falta de modernización. Le atribuyen una adolescencia digital inmediata y tiktokera para resolver vestigios de la Batalla de Caseros y de Pavón a unas figuras que la historia cada día se encarga de aumentar.

Se asoman al tapial de los resultados puestos muchos que no solo votan en contra, sino que pisotean la práctica política hasta dejarla hecha colilla, mientras llaman a algún conocido para diluir alguna sanción prevista en el código de tránsito.

Una y otra vez se duda de “la política”. Y “la política” parece que se desarrolla solo cuando es asistencia, cuando se atiende la necesidad o se poda un pino. Se ha pedido hace unos días,  en algún medio subvencionado por intereses extranjeros, que se haga una Revolución. Pero solamente dentro de nuestra fuerza partidaria.

Es muy cierto que no sobra nadie, pero no menos verdad es que no todo es lo mismo.    

El Peronismo de Perón, de Eva, de Evita, de la CGT de Néstor, de Cristina, de Néstor y Cristina, y de los Movimientos Sociales, y los Partidos que son parte. Lo va a intentar de nuevo. Sí. Capítulo mil. Pero arrancamos. Porque lo único que se empieza por arriba es un pozo, y hoy empezamos por abajo.

Este sábado 31 de mayo sobre el pasto barroso de UPCN quedó plasmada la voluntad política de un Proyecto Peronista y Bonaerense capaz de ofrecer una tenida ligamentaria vital en la articulación de lo que viene.

Con algarabía, a borbotones, entre abrazos y reencuentros, un ecosistema completo mostró decisión. Estableció el replanteo inicial para una contienda electoral que merece ser encarada con algunas seguridades.

Gestión presente y territorial. Un gran Gobernador y su gabinete.  Ahí están Intendentes nuevos y clásicos que ya operan en la mejora diaria de miles a largo y ancho de los trescientos siete mil kilómetros cuadrados.

Convicción parlamentaria, senadores, diputados, concejales y consejeros escolares no evaden ni erosionan el gobierno provincial, lo fortalecen cada día. Y lo hacen poniendo el acento en una gestión que hace mucho más de lo que dice.

Y militantes. Muchos, con ganas, con dudas, heridos, ganadores y de los otros. Todos. Que tomaron una decisión y acompañaron hoy. Para empezar desde mañana a sentirse parte de un Futuro que los invitó con el sol del otoño a enfrentar un modelo de violencia que solamente puede ser entendido desde una multiplicidad de factores, ninguno la autodestrucción de la Patria.

Será, ya es, el Movimiento Al Futuro una nueva plataforma. También un lugar donde sentirse entre pares. Los comunes, los del pelotón mayoritario, van orejeando nuevas cartas en una baraja que todavía no está completa. Tal vez necesite de la suerte que implica el azar de las urnas, no del escrutinio.

Era sobre las cenizas de los que traicionaban, no sobre las cenizas de la Patria. Donde muchos vemos el suelo, otros han sido aplastados por el techo.

Nuestros enemigos son los de siempre. LOS DE SIEMPRE. Los que van a retacear y vender todo para evitar nuestra independencia económica. Los que trabajan incansablemente para seguir sometiendo y libando hasta la última gota de voluntad política de nuestro pueblo para clausurar las decisiones soberanas. Y por supuesto, nuestros depredadores históricos no van a descansar hasta ver fulminada la Justicia Social.

Pero siguen echando malas, aunque el paño sea de ellos. El Peronismo, esa cantera inagotable de incorregibles, tiene nuevos soldados para viejas batallas. Y justo este es nuestro Gobernador. El que se subió una vez más a un escenario a tomar la palabra. Hoy no para contar lo realizado, sino para ofrecer un camino con gusto a Futuro. Lleno de esperanza y con mucho por andar y sumar. Con alma de Movimiento y espíritu Federal. Hoy, desde la capital de la Provincia continental más grande de Argentina, Axel habló, gustó e invitó.