Con casi 50 metros de altura y más de 5 de ancho, avanza el mural del Papa Francisco más grande del mundo. La obra ya comenzó a tomar forma sobre una medianera ubicada en la esquina de 14 y 54, frente a la Catedral Inmaculada Concepción.

El proyecto está a cargo de Martín Ron, considerado uno de los muralistas más importantes a nivel global. Con una técnica hiperrealista que distingue su estilo, el artista trabaja junto a un equipo de cinco personas en un proceso que incluye la preparación de la pared, el trazado de una grilla a modo de boceto y el desarrollo por capas hasta alcanzar la máxima definición.

Como en cada uno de sus trabajos, Ron dejó una marca personal en la etapa inicial de la obra: un “HOLA MAMÁ” entre los primeros trazos. Esta tradición nació durante un viaje a Moscú, cuando el artista se olvidó de avisarle a su madre que estaba fuera del país. A modo de disculpa, escribió el saludo en la pared y le envió una foto, y desde entonces la frase se convirtió en una firma entrañable que lo representa.

La intervención, que se ejecuta sobre un andamio colgante por las características del edificio, se extenderá durante unos 20 días. Además de rendir homenaje al primer papa argentino, la iniciativa busca consolidarse como un nuevo atractivo turístico y cultural de la ciudad.

La elección del lugar, en pleno casco fundacional y junto a uno de los templos más emblemáticos del país, potencia el valor simbólico de la obra, que cuenta con el auspicio de la Municipalidad.

Torre de Agua en Miramar (Martin Ron)