domingo 27 de julio de 2025 - Edición Nº 29.188

Cultura | 27 jul 2025

Una tertulia del capitalismo agrícola

La Rural: símbolo del surrealismo del Campo

En el encuentro del fin de semana en "La Rural" de Palermo, el partidismo oportunista, como de costumbre, lejos de diferenciarse de la política tradicional, se hizo presente con fuerza. La visita del Presidente -como la de tantos otros- a este evento que nuclea a los sectores empresariales más ricos de las zonas rurales del país, deja en claro que la "antipolítica" tan pronunciada en otros tiempos ya no es algo con lo que se comulgue hoy.


Por: Gastón Landi

Con una tribuna expectante entre figuras políticas, parte de la militancia actual y los paladines más acaudalados seguidores de los gobiernos de turno, el Presidente de la Nación, Javier Milei, ofreció un discurso fiel a su estilo. El anuncio más esperado por los presentes estaba centrado, básicamente, en lo que ya se sabía de antemano: una baja en las retenciones tan esperadas por el campo argentino.

En ese sentido, el presidente anunció una reducción para el maíz y el sorgo (del 12% al 9,5%), para el girasol (del 7,5% al 5,5%), para la soja (del 33% al 26%) y para los productos derivados de la soja (del 31% al 24,5%). Aunque se esperaban otros anuncios, el gesto del Ejecutivo fue tomado como una leve caricia para los pesos pesados del sector.

Lo que no pasó desapercibido fue la ausencia de la vicepresidente Victoria Villarruel, lo que aumenta aún más el extenso clima de tensión entre ambos mandatarios. De todos modos, Villarruel ya había asistido en otras ocasiones a estos eventos sin la compañía del presidente y/o funcionarios del oficialismo. Claramente, este hecho demarca que, lejos de solucionarse como había anunciado Guillermo Francos, la relación se encuentra en una etapa de crisis extrema.

Volviendo un poco al tema del Campo, como se sabe, esos sectores, englobados en la tribuna como organizadores, no representan bajo ningún concepto al trabajador rural, sino que constituyen la tertulia más explícita del capitalismo agrícola. Por lo tanto, esperar un evento con un tinte social-rural es más que un pensamiento que ni el más optimista imaginario podría concebir.

Si bien en otros tiempos pudimos ver caravanas de tractores con grandes terratenientes convertidos en "revolucionarios" oponerse a políticas que, aunque parezcan distintas, se asemejan en varios puntos, la espera esta vez se centraba en dos cuestiones: la mano del Estado con el sector y la irrupción del presidente en modo campaña política. Lo que se pretendía era dar la sensación de un evento puro y exclusivo de la vida del campo, pero inteligentemente estaba organizado para hacer campaña.

Con señalamientos, descalificaciones y ataques hacia todos lados, Javier Milei redirigió el evento a un encuentro totalmente partidario, dejando atrás rápidamente los escasos anuncios para el sector. Hizo especial referencia a la política empleada por el kirchnerismo destacando cómo nunca los benefició y cómo solo se enriquecieron los políticos de aquel momento.

Nuevamente, se distanció de Jorge Macri, y se pudo ver a la periodista Cristina Pérez, pareja de Luis Petri, en un lugar privilegiado para una conductora televisiva. Si bien estos encuentros siempre demostraron estar orientados solo a un sector de la sociedad, preferentemente a los empresarios, donde se vive una jornada de un falso nacionalismo, el escalamiento hacia la propaganda política nunca se había visto antes. Los reclamos por parte de los representantes de las entidades agrarias fueron pocos, sobre todo considerando los que deberían hacerse en tiempos de crisis como el que vive Argentina.

La Rural terminó demostrando, en verdad, lo que siempre fue: un acomodado lugar para el disfrute de los poderosos que tienden a abrazar la política de turno siempre y cuando los favorezca. Lo que deja en claro esto es que, lejos de verse un país con la dinámica del constante desarrollo, el tradicionalismo rancio sigue estando más vigente que nunca. Además, el evento mantuvo el discurso chato del campo que no reconoce sus fallas en cuanto al reconocimiento de la situación caótica que vive el peón rural, ni las políticas de precios que tienen fijadas a futuro para beneficiar el mercado interno. Por ende, este fenómeno tiene la distinción de dejarnos en claro que las verdades de los hechos pasados se clarifican en el presente.

 

 

 

 

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