domingo 3 de agosto de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 2 ago 2025

Debate

Fiebre Aftosa: ¿Estamos listos para dejar de vacunar?

Desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires (CVPBA) nos sumamos al debate sobre el futuro de la estrategia sanitaria contra la fiebre aftosa en nuestro país. Frente a los avances en la región, consideramos fundamental reflexionar sobre las condiciones necesarias para, eventualmente, dejar atrás el esquema de vacunación.


Por: CVPBA

Desde que Brasil y Bolivia fueron declarados libres de fiebre aftosa sin vacunación, la discusión volvió a instalarse. Veterinarios, productores y toda la cadena de ganados y carnes debatimos a diario si Argentina debería seguir el mismo camino. La pregunta persiste: ¿hasta cuándo vamos a vacunar?

Con antecedentes en la región como el último foco en Colombia (hace siete años), en Paraguay (hace trece), y en nuestro país (Corrientes, en 2006), es válido repensar el modelo vigente. Sin embargo, desde el CVPBA entendemos que la pregunta no es “” dejar de vacunar, sino “cuándo y bajo qué condiciones”.

 

Construir condiciones antes de tomar decisiones

Suspender la vacunación de manera inmediata sería un error. Debemos observar y aprender de los países que ya lograron el estatus sanitario libre sin vacunación, y entender que el proceso requiere planificación, evaluación de riesgos y construcción de capacidades.

Aunque no se detecta circulación viral activa, el riesgo de reintroducción del virus —especialmente de cepas no cubiertas por la vacuna actual— sigue presente. Existen cuatro cepas que circulan globalmente y que no están contempladas en las vacunas que usamos hoy en Argentina. Su ingreso sería una amenaza real.

 

Por un sistema sanitario fuerte

Al igual que en otros países de la región, consideramos indispensable avanzar en:

- El fortalecimiento del Sistema Sanitario Nacional, liderado por el SENASA e integrado por todos los actores.
- La mejora de las capacidades técnicas del SENASA, tanto en el campo, las fronteras como en los laboratorios, con personal entrenado y actualizado.
Mejorar la capacidad de detectar y eliminar el virus en caso de que ingrese, y para ello es vital el trabajo de los colegas junto a sus productores para notificar cualquier sospecha de enfermedades con diagnóstico diferencial con especial atención a las vesiculares. 
- El refuerzo de los controles de movimiento de animales y su trazabilidad.
La realización de simulacros y planes de contingencia en conjunto con el SENASA, para responder rápidamente ante cualquier brote.
- La capacitación permanente de todos los actores del sistema.
- La producción y distribución de materiales de divulgación, para reconocer las manifestaciones clínicas de la fiebre aftosa y comprender su impacto comercial.
- La creación de un fondo económico de emergencia, para actuar con celeridad ante una eventualidad.
- El mantenimiento de un banco de antígenos y vacunas actualizado y operativo.

Y muchas otras acciones que deben construirse colectivamente. Sabemos que nada de esto se logra de la noche a la mañana.


El rol de los veterinarios: notificación y vigilancia

Mientras tanto, desde nuestro lugar como veterinarios, hay un aspecto en el que podemos avanzar sin esperar consensos: la notificación de enfermedades. Esta práctica es vital, y muchas veces olvidada.

Como ha ocurrido en otros países, cuando una enfermedad no se ve durante años, se tiende a pensar en otras causas clínicas, y ese retraso en el diagnóstico puede aumentar el riesgo de dispersión. Inglaterra y Japón hace ya unos cuantos años y recientemente Hungría lo padecieron con pérdidas millonarias.

 

Empecemos por lo nuestro

Mientras instamos al SENASA a reunir a todos los actores en un trabajo conjunto, participativo y coordinado, hagamos lo que nos corresponde.
Seamos líderes en el territorio, junto a nuestros productores. Notifiquemos toda sospecha de enfermedades animales confundibles con fiebre aftosa. Porque la vigilancia activa y la transparencia generan confianza en nuestros compradores de carne y fortalecen la imagen sanitaria del país.

Desde el CVPBA entendemos que es necesario comenzar a transitar el camino hacia una Argentina libre de fiebre aftosa sin vacunación. Esta decisión no debe tomarse a la ligera ni con apuro, sino con compromiso técnico y político. Sabemos que hacerlo correctamente sería un mensaje contundente de confianza en nuestro Sistema Sanitario Nacional.

 

 

 

 

 

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