

La alteración del clima y del microclima en áreas urbanas se conoce como efecto de isla de calor, fenómeno que surge de la expansión de superficies artificiales —calles, andenes, edificios, techos— en reemplazo de la cobertura vegetal, lo que genera un aumento de la temperatura respecto de los entornos naturales.
Su origen está estrechamente vinculado al desarrollo urbano y a las propiedades térmicas e irradiantes de los materiales que lo componen, provocando distribuciones desiguales de temperatura según el tipo de cobertura presente.
En este marco, investigaciones realizadas desde la Universidad Nacional de La Plata, mediante técnicas de teledetección, confirmaron que La Plata atraviesa de manera significativa este proceso.
A través del análisis de imágenes satelitales Landsat (Colección 2, Earth Explorer), se observó que las áreas urbanas del partido presentan temperaturas significativamente superiores a las rurales circundantes.
La teledetección, además de evidenciar esta disparidad, permite vincular la temperatura superficial con el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI), mostrando la influencia de la cubierta vegetal en la regulación térmica estacional.
Los resultados obtenidos en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación en el Instituto de Investigaciones y Humanidades y Ciencias Sociales ponen en relieve un patrón diferenciado entre el sector norte y el sur del partido, dividido por la calle 138.
En el norte, las localidades de Gonnet, Gorina, City Bell, Villa Elisa y Arturo Seguí muestran características de ciudades compactas en torno a centros comerciales, con veredas angostas y escaso arbolado. En contraste, las áreas barriales mantienen rasgos de quintas con jardines y arbolado.
El sur, en cambio, refleja alternancias marcadas: presencia de cavas y canteras, urbanizaciones cerradas y explotaciones hortícolas bajo cubierta, lo que determina variaciones térmicas y de vegetación más acentuadas.
La tabla de conversión de temperatura superficial y valores de Vegetación de Diferencia Normalizada confirma que las máximas se concentran en los núcleos comerciales (City Bell, Arturo Seguí y Gorina), coincidiendo con menores índices de vegetación.
Por su parte, las áreas hortícolas e incluso los clubes de campo, con mayor cobertura verde, registran temperaturas más bajas, lo que evidencia la capacidad reguladora de la vegetación.
“Este análisis permite concluir que el fenómeno de isla de calor constituye una problemática significativa en el área urbana de La Plata y requiere ser incorporado en las políticas de ordenamiento territorial. Conocer y comprender el funcionamiento de los ecosistemas urbanos resulta indispensable para diseñar estrategias de gestión que promuevan ciudades más sustentables y resilientes. La investigación reafirma, en última instancia, la necesidad de articular ciencia y política: solo así será posible construir espacios habitables que armonicen desarrollo urbano y equilibrio ambiental”, explicó la geógrafa y directora del proyecto, María Inés Botana.