

La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), expresó su "consternación y profundo dolor por los asesinatos de las jóvenes Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, ocurridos hace pocos días en la localidad de Florencio Varela".
"Las iglesias cristianas evangélicas trabajamos de manera cercana a las distintas realidades sociales. Por ello, siempre hemos expresado nuestra gran preocupación por estos dos grandes flagelos sociales que están afectando a nuestro país: el narcotráfico y la trata de personas. Todo en un contexto de pobreza, violencia y destrucción de los valores familiares", aseguró la entidad.
También advirtió que "la trata se convierte en una moderna práctica de lo que fuera la esclavitud", y que "las comunidades de fe" están "involucradas, a través de distintas organizaciones, no solo en la concientización, sino en la ayuda continua a las personas víctimas de trata y a su familia".
"También en el tema de consumo de estupefacientes, tanto en la prevención como en el tratamiento y recuperación de las personas afectadas", agregó.
Además, ACIERA expresó que "toda persona ha sido creada a imagen y semejanza de Dios, portadora de un valor inviolable que ninguna estructura de poder o crimen organizado puede arrebatar".
Y añadió: "Por eso, como cristianos, nuestra misión es salvaguardar la integridad de todos, difundir, concientizar y denunciar situaciones puntuales en distintas circunstancias".
En el comunicado difundido este sábado, la entidad indicó que "es el Estado, a través de sus tres poderes, quien debe garantizar a todos los ciudadanos el respeto a sus derechos fundamentales",y continuó: "En este marco, hacemos un llamado a que, en este, y en todos los casos, se haga uso de todos los recursos humanos, técnicos, jurídicos y logísticos, para evitar el funcionamiento de redes criminales de trata y de narcotráfico y -en su caso- lograr la condena de los responsables penales".
"En este momento de dolor, abrazamos a las familias y amigos de estas tres jóvenes, rogando al Padre de toda Consolación pueda darles el consuelo que tanto necesitan, a la vez que hacemos votos para que no existan más hechos como estos. La sangre que se derrama no sólo trae dolor sino que maldice a la nación", agregó ACIERA, y ratificó su “compromiso” para “trabajar por un país libre de toda forma de trata, de acompañar pastoral, espiritual y socialmente a las víctimas, y de orar y actuar para que se haga justicia".
Por último, citó Proverbios 31:8-9: “Abre tu boca en favor del mudo, en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso”.