martes 30 de septiembre de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 30 sept 2025

¿Cómo es?

Inauguraron una nueva sala en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata

Invita a conocer la diversidad de invertebrados que habitan los distintos ambientes del planeta.


El presidente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Martín López Armengol, participó este martes de la inauguración de la Sala “Invertebrados. Sorprendentes formas de vida” en el Museo de Ciencias Naturales de la capital bonaerense, un espacio renovado en su totalidad que invita a conocer la diversidad de invertebrados que habitan los distintos ambientes del planeta.

Ubicada en la planta baja dentro del conjunto de las exhibiciones zoológicas, la Sala presenta a los invertebrados en los ambientes que habitan, con el objetivo de generar conciencia sobre la conservación de la biodiversidad de los invertebrados para el funcionamiento de los ecosistemas y su interacción con los seres humanos.

 

 

La actualización y restauración involucró a un equipo interdisciplinario constituido por investigadores de la División Zoología Invertebrados, profesionales de diferentes disciplinas como arquitectura, restauración, conservación, diseño gráfico, museología, técnicos y personal no docentes del Museo.

También ayudaron el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), que asesoró y aportó invertebrados representativos de las Islas Malvinas; la Fundación Argentina Submarina, que facilitó imágenes de invertebrados argentinos para este proyecto; y el Instituto de Investigación en Informática (LIDI), dependiente del Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica (CIyTT) de la Facultad de Informática de la UNLP, que colaboró en la creación de un recurso multimedia sobre cambio climático.

Por último, el proyecto fue ganador del concurso Ensayar Museos 2023 de la Fundación Williams, y contó con el financiamiento de esa institución, la Fundación de Historia Natural Félix de Azara y la Fundación Museo de La Plata Francisco Pascasio Moreno, además de los aportes propios de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo.

 

La Sala en detalle

El recorrido comienza con un sector introductorio a la diversidad de formas y colores que muestran los invertebrados. Ahí también se presenta a una almeja gigante del género Tridacna cuya valva pesa más de 60 kilogramos. Fue recuperada de la venta ilegal y despostada en la Colección de Invertebrados del Museo para ser exhibida con el objetivo de lograr conciencia sobre este delito ambiental.

Desde el Museo explicaron que “a través de un diorama de grandes dimensiones se presenta el ambiente marino desde la zona intermareal donde los animales están sujetos a fuerte estrés ambiental, y la zona nerítica que se extiende sobre la plataforma continental hacia zonas oceánicas más profundas donde no penetra la luz. Aquí se presentan los distintos grupos de invertebrados asociados a los micro hábitats que ocupan, los hay epifaunales sobre rocas, sobre la arena y también las formas infaunales en sustratos blandos”.

 

 

Además, avanzando en la muestra de los invertebrados marinos, se señala la fauna de las Islas Malvinas mostrando una continuidad con las especies presentes en la costa patagónica asociado a la corriente de Malvinas que se extiende por la plataforma Patagónica.

También se pueden observar anémonas, corales, cangrejos y caracoles compartidos entre las islas y el continente, y a través de un recurso multimedial se exhibe el impacto que tiene el cambio climático en las comunidades de invertebrados marinos de la Antártida.

En otro sector, se exhiben los invertebrados que habitan en ambientes acuáticos continentales de agua dulce y ambientes terrestres. Las aguas dulces contienen una gran diversidad de invertebrados. Algunos viven sumergidos en la columna de agua o desplazándose sobre el fondo, otros se asocian con la vegetación acuática e incursionan en el fondo de los cuerpos de agua en búsqueda de alimento y refugio. Entre estos invertebrados están los crustáceos, sanguijuelas, platelmintos, nematodos, bivalvos, esponjas de agua dulce, caracoles, entre otros.

 

 

La Sala también dedica un sector a las relaciones simbióticas entre los seres vivos como es el parasitismo y el comensalismo. Se pueden observar parásitos que viven sobre o en el interior de otros seres vivos para obtener alimento y protección.

En una infografía de gran tamaño se ofrecen ejemplos sobre ciclos de vida de estos invertebrados y su relación con el hombre y otros animales, pudiendo observar que en algunas ocasiones nos podemos convertir en hospedadores de estas formas parásitas que, en ciertos casos, nos pueden causar enfermedades. Otros invertebrados utilizan animales como su microhábitat, los llamados comensales, no entran en contacto con el hombre siendo totalmente inofensivos.

Otro espacio está dedicado a los invertebrados perjudiciales como las especies invasoras. La introducción de especies desde un sitio a otro del planeta puede generar consecuencias como la sustitución de especies nativas, proliferación de plagas, alteración de redes tróficas y desequilibrios ambientales.

 

 

Cabe destacar que las especies invasoras constituyen la segunda causa de pérdida de biodiversidad a nivel global. Se exhiben como ejemplos el mejillón dorado que provoca taponamiento de cañerías por sobrepoblación, el caracol gigante africano depredador de otros caracoles nativos y hospedador de parásitos perjudiciales para el hombre, otros bivalvos de agua dulce, ostras que modifican los ambientes que habitan pudiendo desplazar especies nativas.

También se muestran organismos considerados plaga porque afectan a los cultivos, reducen su rendimiento o dañan su calidad, ocasionando pérdidas económicas. En estos grupos están las babosas y caracoles introducidos a nuestro país desde otras regiones del planeta. Asimismo, se presenta un grupo de gusanos que parasitan plantas cultivadas por el ser humano, como el tomate, afectando su rendimiento.

Por último, suspendida desde el techo, se encuentra la histórica maqueta del pulpo que fue restaurada y nuevamente colocada en el centro de la sala. Tiene unos 5 metros de diámetro. La precisión y fidelidad del diseño permite reconocer la majestuosidad de estos moluscos marinos. Según los registros fotográficos se encuentra en el Museo desde la década de 1920.

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