Más de 20 buques de la Armada israelí interceptaron en aguas internacionales a la Flotilla Global Sumud, un convoy de 45 embarcaciones con alimentos y medicinas para los residentes de Gaza, que estaba próxima a llegar a las costas palestinas.

La misión humanitaria está integrada por más de 440 personas de 47 países, que había partido el 31 de agosto pasado desde el Moll de Fusta de Barcelona. Fueron llevados a la prisión de máxima seguridad de Saharonim (en medio del desierto, en la frontera con Egipto), según la organización Adalah.

Los organizadores de la flotilla describieron una maniobra de contención en aguas internacionales con redes y barreras en forma de “cadena” que impidieron la navegación y aislaron a varios barcos del resto del convoy.

Además, sostuvieron que esa imposición del espacio de navegación se hizo sin notificación previa ni base jurídica pública, según informó la cadena de televisión Telesur.

Integrantes de la flotilla también contaron que la Armada israelí empleó cañones de agua a alta presión para derribar y desestabilizar a las personas en cubierta, y que además arrojó aguas residuales malolientes —conocidos en otros contextos como skunk water— con el propósito de dispersar, desmoralizar y forzar la rendición. Los relatos describen esos agentes como parte de una escalada no letal dirigida a intimidar y a someter físicamente a los ocupantes antes del abordaje.

Al respecto, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, exigió al Gobierno dar a los activistas el tratamiento de terroristas y encarcelarlos durante meses en prisiones de máxima seguridad.

"Creo que deben permanecer aquí unos meses en una prisión israelí para que se acostumbren al olor del ala terrorista", escribió en su cuenta de X.

Dentro de la misión estaban presentes la diputada nacional Celeste Fierro (MST-FITU), el referente cordobés de izquierda Ezequiel Peressini, el argentino-brasileño Nicolás Calabrese y Carlos “Cascote” Bertola, al timón del “Estrella y Manuel”. También forman parte de la misión humanitaria la activista Greta Thunberg, la actriz Susan Sarandon y la ex alcaldesa de Barcelona Ada Colau, entre otros nombres reconocidos.

Desde su navío, Bertola, hijo de desaparecidos y militante de la Corriente Nuestra Patria de La Plata, que encabeza la concejal Cintia Mansilla, había denunciado que buques y un submarino del ejército sionista rodearon al menos dos embarcaciones del convoy y realizaron maniobras peligrosas que pudieron poner en peligro a los barcos, y luego se marcharon.

Carlos Bertola

Luego de conocida la noticia, el bloque de concejales de Unión por la Patria de La Plata, del que forma parte Mansilla, se sumó al pedido para que los detenidos sean liberados de forma inmediata.

"Su vida e integridad física son responsabilidad directa del Estado de Israel", denunció el bloque, y señaló que "el Estado argentino tiene la obligación de interceder para resguardar a cada argentino secuestrado".