Spoiler: ni todo lo que brilla es buffet libre, ni todo lo barato termina siendo una buena idea. La clave es saber cuándo te conviene pagar el paquete completo… y cuándo es mejor armarlo a tu ritmo.
Parece obvio, pero no lo es tanto. El famoso all inclusive te promete comidas, bebidas, snacks, shows, piscina y, a veces, alguna clase de zumba que no pediste. Todo eso en un solo pago. Ideal si:
No querés pensar.
No querés salir del hotel.
No te molesta que el desayuno arranque con piña y termine con tequila.
Ahora bien… ¿realmente lo vas a usar todo?
Si sos de los que se pasan el día haciendo excursiones o pateando playas lejos del hotel, el paquete puede salirte más caro que hacerlo por tu cuenta.
✅ Viajás en pareja y querés olvidarte del mundo (y del presupuesto diario).
✅ Vas con niños y necesitás tener helado, nuggets y animadores disponibles 24/7.
✅ Tu idea de vacaciones es descansar en una reposera, bajar app de cócteles y que te sirvan sin tener que hablar demasiado.
✅ No querés sorpresas en la cuenta: pagás una vez y listo.
En esos casos, el all inclusive es una bendición tropical.
❌ Si vas en plan explorador: querés conocer Tulum, nadar en cenotes, visitar ruinas, caminar por Playa del Carmen… entonces no vas a estar en el hotel suficiente como para justificar el gasto.
❌ Si te gusta comer como local: los buffets son cómodos, pero no esperes tacos callejeros, ni sabores auténticos. Para eso, lo mejor es salir a caminar, perderse un poco y comer donde comen los locales (y no donde la carta tiene traducción al alemán).
❌ Si viajás con presupuesto acotado y preferís armar combo propio: dormir en un hotel simple o alquilar un departamento, comprar algo en el súper, comer afuera según el antojo, y moverte con libertad.
💡 El hotel tradicional es buena opción si no necesitás 10 platos por comida ni tragos color turquesa. Muchos tienen desayuno incluido y te permiten dormir bien sin vaciar la cuenta bancaria.
🏠 El departamento o Airbnb es ideal para grupos, estancias largas o si querés cocinar (aunque sea fideos con queso entre playa y playa).
Que no te lo cobren como si fuera un vuelo privado. Ya que estás comparando opciones, sumale a la ecuación cómo vas a llegar del aeropuerto al hotel, y si el servicio de traslado está incluido, coordinado, o directamente lo tenés que resolver solo.
🎯 Transfers Plus es una buena opción para evitarte dramas con taxis sin tarifa clara. Coordinás online, te esperan con tu nombre, y no necesitás improvisar con datos móviles ni cargar valijas en un colectivo lleno.
En resumen:
¿Querés desconectar, dormir, comer y repetir? All inclusive.
¿Preferís moverte, explorar y elegir día a día? Hotel simple o depto.
¿Sos de los que cambian de plan cada 10 minutos? Reservá flexible y no te ates a un paquete cerrado.
Cancún tiene opciones para todos.
Lo importante es que elijas según tu forma de viajar, no según lo que te vende el algoritmo.