viernes 7 de noviembre de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 7 nov 2025

La verdad en la función pública: ¿Podrían las pruebas de polígrafo convertirse en una herramienta de transparencia en Argentina?


En un contexto donde la corrupción y la desconfianza institucional siguen siendo temas centrales en el debate público argentino, surge una pregunta que puede parecer provocadora: ¿es posible utilizar el polígrafo , también conocido como detector de mentiras , como una herramienta para reforzar la transparencia y la integridad dentro de la función pública?

Aunque su uso en el país es poco común y aún genera controversias éticas y legales, algunos especialistas en evaluación de credibilidad consideran que su aplicación podría tener un impacto simbólico y práctico en los esfuerzos por fortalecer la confianza ciudadana.

El desafío de la confianza pública

Los escándalos de corrupción han afectado la percepción social sobre los funcionarios públicos en todos los niveles del Estado. En las provincias, municipios y organismos descentralizados, la ciudadanía reclama una renovación en las prácticas de control e verificación de quienes administran recursos públicos

Mientras que los organismos de auditoría y los tribunales cumplen un rol formal, herramientas complementarias como las evaluaciones de integridad —entre ellas, el polígrafo— podrían actuar como mecanismos preventivos para detectar riesgos de deshonestidad o conflicto de intereses.

El polígrafo: una herramienta científica y ética

La prueba del polígrafo se basa en la medición de reacciones fisiológicas —como la respiración, la presión arterial y la conductancia de la piel— que pueden variar cuando una persona intenta ocultar información relevante.
Su aplicación requiere de un experto acreditado en psicofisiología forense , que formule preguntas precisas y analice los resultados bajo estándares científicos.

En el ámbito público, el polígrafo podría usarse de manera voluntaria y no punitiva , enfocándose en la prevención y la transparencia . No se trata de sustituir las auditorías, sino de reforzar la ética institucional con procedimientos modernos que evalúen la credibilidad y los valores de quienes asumen funciones sensibles.

Experiencias internacionales

En varios países latinoamericanos, como México, Colombia y Perú , las pruebas de polígrafo se utilizan en organismos gubernamentales y cuerpos de seguridad . En estos casos, se aplican como parte de protocolos de control de confianza destinados a prevenir infiltraciones, sobornos o conflictos de intereses.

Los resultados, aunque no tienen valor judicial por sí mismos, sirven como indicadores de riesgo dentro de evaluaciones más amplias.
Por ejemplo, un funcionario que muestra inconsistencias puede ser objeto de mayor supervisión o acompañamiento psicológico, sin que ello implique sanción inmediata.

Estos programas han demostrado que el polígrafo puede funcionar no solo como una herramienta de control, sino también como un instrumento de disuasión : saber que existen mecanismos de verificación reduce la posibilidad de conductas indebidas.

¿Sería viable en Argentina?

La implementación del polígrafo en el sector público argentino requeriría un marco legal y ético claro , además de una regulación técnica.
Los especialistas advierten que su uso debe garantizar siempre:

  • El consentimiento voluntario del examinado.

  • La confidencialidad de los resultados.

  • La supervisión de profesionales certificados .

  • La prohibición de su uso con fines políticos o discriminatorios.

En un país donde los temas de transparencia suelen mezclarse con la polarización, la clave estaría en institucionalizar el procedimiento bajo normas objetivas, priorizando la capacitación técnica y el respeto por los derechos humanos.

Más que una máquina, un compromiso con la verdad

Más allá del aparato, el polígrafo simboliza una cultura de responsabilidad y rendición de cuentas . Su valor radica en el mensaje que transmite: la verdad importa, y los servidores públicos están dispuestos a someterse a controles que respalden su credibilidad.

Algunos analistas plantean que las pruebas de polígrafo voluntario podrían implementarse como parte de los procesos de ingreso o ascenso dentro del Estado, especialmente en áreas de seguridad, finanzas o administración de fondos.

Aplicado correctamente, el polígrafo podría convertirse en una herramienta de confianza ciudadana , complementando la labor de los organismos de control tradicionales.

Conclusión

En tiempos donde la transparencia se ha vuelto un valor tan esencial como la eficiencia, la discusión sobre el uso del polígrafo en la función pública argentina merece un debate serio.
No se trata de convertir la política en un interrogatorio, sino de abrir nuevas vías para construir una administración más ética, confiable y cercana a la verdad

La lucha contra la corrupción no depende de una máquina, pero sí puede fortalecerse con una sociedad dispuesta a buscar la verdad sin miedo .

 

 

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias