El Arzobispo de La Plata, Monseñor Gustavo Carrara, encabezará este miércoles 19 de noviembre, a las 11 horas, en la Catedral el Tedeum por el 143° aniversario de la ciudad.
Se espera la presencia del intendente Julio Alak, funcionarios provinciales, municipales y concejales, además de dirigentes políticos, sociales y eclesiásticos.
El origen del Tedeum se remonta a la época colonial, cuando el virrey del Río de la Plata concurría en ceremonia a ser reconocido por la máxima autoridad religiosa de la ciudad.
A partir del 25 de mayo de 1810, con la deposición del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, fue resignificada como una acción de gracias por las nuevas autoridades patrióticas de las Provincias Unidas del Río de la Plata y su nacimiento, y a partir de 1816, para celebrar el nacimiento de la Argentina como país.
Suele ser entonado en momentos de celebración. El himno continúa siendo regularmente utilizado por la Iglesia católica, en el Oficio de las Lecturas encuadrado en la Liturgia de las Horas. También se suele entonar en las misas celebradas en ocasiones especiales como en las ceremonias de canonización, la ordenación de presbíteros y proclamaciones reales. Los cardenales lo entonan tras la elección de un papa. Posteriormente, los fieles de todo el mundo para agradecer por el nuevo papa, lo cantan en las catedrales.

Te Deum (latín: ‘A ti, Dios’, primeras palabras del cántico) es uno de los primeros himnos cristianos, tradicional de acción de gracias. Cuando no se cita como título de la obra sino como nombre común, se ha de emplear en minúscula y en una única palabra: tedeum.
Compuesto originalmente en latín, el nombre se debe a que así empieza su primer verso. Se suele denominar también "Himno Ambrosiano" pues, según una leyenda, lo compusieron en común San Ambrosio de Milán y San Agustín de Hipona: en el año 387, cuando San Agustín recibió el bautismo de manos de San Ambrosio, este último, movido por el Espíritu Santo, improvisó el himno y Agustín iba respondiendo a sus versos. Empero, estudios recientes han verificado que el Te Deum en realidad fue escrito en el siglo IV por Aniceto de Remesiana.
Por tanto, su origen se remonta probablemente a la primera mitad del siglo IV. En su forma actual se encuentra por primera vez en el "Antiphonarium Benchorense" de Bangor (Irlanda del Norte), que se debe fechar alrededor del año 690. Desde el siglo IX, se han conocido también diversas traducciones.