Por: Federico García
La construcción del Barrio Justicia Social de La Plata, ubicado en la zona de 19 y 526, comenzó en 1985, se paralizó en 1991 y fue retomada en el año 2007, aunque con modificaciones en el proyecto original, que pasó de 550 viviendas multifamiliares a 260 dúplex unifamiliares, de 72 metros cuadrados cada uno con lote propio.
Tras 16 años de espera, en agosto de 2023 fueron otorgados los títulos de propiedad para regularizar la situación de las 260 casas que habían sido terminadas en 2007, en un acto encabezado por el entonces ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia Julio Alak y el gobernador Axel Kicillof. Pero ni la plaza ni el resto de lo planificado para el barrio se concluyó.
Acto de entrega de escrituras
No obstante, la tercera etapa del barrio incluía la construcción un salón de usos múltiples, un centro de jubilados, un centro administrativo y una plaza, de una hectárea de extensión y ubicada en el centro del barrio, nunca se concretó.
En ese marco, un grupo de vecinas y vecinos del barrio, agrupados en el Centro de Ayuda al Vecino, decidieron concretar parte de aquella tercera etapa original: la plaza. Como primer paso, elaboraron un proyecto para crear el espacio público en 525 entre 17 bis y 18 y lo presentaron en el Concejo Deliberante. Según la propuesta, llevará el nombre de Plaza 17 de octubre.
En diálogo con Info Blanco Sobre Negro, Monica Moltedo, una de las impulsoras de la iniciativa, sostuvo que “hace años” persiguen “este sueño” y deseó que “esta vez salga”.
“Hablé con Sergio Resa (secretario de Planeamiento y concejal electo) y me dijo que el plano lo hizo su mujer y que nos iba a dar una mano, también hablé con Pablo Elias (jefe de bloque de Unión por la Patria) y me dijo que cuente con él y que me iba a armar una reunión con todas los compañeros del bloque, y si no alcanza con nuestro bloque iré a hablar con los otros, para que se concrete la obra y que su mantenimiento esté contemplado en el presupuesto”, afirmó Moltedo.
Todo comenzó, según recordó la entrevistada, en aquel acto de entrega de escrituras, cuando se encontró con Alak y éste le preguntó por la plaza y si la habían podido armar: “le contesté que no”.
Tiempo después, la vecina y militante peronista fue invitada a una actividad en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, donde le presentaron a la entonces concejal y actual secretaria de Cultura Ana Negrete, a quien también le mostró el proyecto.
“Nos respondió que juntáramos firmas para poder presentarlo y así lo hicimos, pero finalmente no se pudo concretar”, lamentó Moltedo. Con la vuelta de Alak a la intendencia, en cuya última gestión entre el 2003 y 2007 fueron finalizadas las viviendas del barrio, el grupo de vecinos volvió a insistir.
"Le dije que todo bien con las plazas del centro, pero le pedí que también arreglaran la nuestra, y me respondió que primero tenía que tener una nomenclatura y luego ser aprobada por ordenanza en el Concejo”, recordó la mujer.
Semanas después, Moltedo se encontró con el concejal Juan Manuel Granillo Fernández (Unión por la Patria), a quien invitaron al barrio y le hablaron del proyecto. El dirigente se mostró interesado y dijo que “lo iba a impulsar”.

“Nos dijo que pensáramos un par de nombres y se nos ocurrió Eva Perón o Evita porque es sinónimo de justicia social, pero ya había otras dos plazas con esos nombres, y terminamos eligiendo 17 de octubre, día en que nació la justicia social”, rememoró la entrevistada, y resaltó que la plaza permitiría tener un lugar de sociabilización entre los vecinos.
“Los vándalos que se juntan de noche no quieren que se sociabilice, pero lo vamos a lograr porque es un derecho de todos”, aseguró la mujer. “Hay un montón de madres, muchas jefas de hogar, que no pueden ir hasta Plaza Moreno o a la República de los Niños, y una plaza les vendría bien”, afirmó la vecina, y agregó que el espacio público debería contar con “muchos juegos, no un tobogán y una hamaca, así como mesas, bancos, dos guarda plazas y seguridad de noche”.
Por último, la vecina señaló que en el barrio tiene su sede el Club Justicia Social, “que también podría tener su cancha en la plaza, aunque debería ser abierta y no cerrada, y del otro lado una cancha de bochas”.
“A la mañana no se puede caminar por el lugar por miedo a pisar alguna botella rota que dejaron de la noche”, denunció la mujer, aunque destacó que a partir del trabajo que realiza una cooperativa de mujeres en el barrio “la plaza está más limpia”.