Una de las aspirantes del octavo grupo de La casa de los famosos Colombia es precisamente Giselle Watson, quien se ha dado a conocer por su participación en Protagonistas de nuestra tele, una producción del mismo canal, en la que adquirió un gran reconocimiento por parte de sus seguidores. Aquel reality fue su puerta de entrada al mundo del entretenimiento y marcó el inicio de una relación intensa con el público colombiano, que la vio crecer frente a cámara.
Sin embargo, Giselle no se quedó en el rol pasajero de “chica reality”. Con el tiempo se consolidó como creadora de contenido, actriz, modelo y empresaria, construyendo una marca personal que hoy se apoya fuertemente en el ecosistema digital. Demostrando varios acontecimientos de su vida personal a través de su cuenta oficial de Instagram, ha logrado conectar con una audiencia que la sigue de cerca. Actualmente supera los 900 mil seguidores, una cifra que la ubica como figura relevante dentro de la escena digital colombiana.
En su perfil, Giselle combina contenido aspiracional con momentos íntimos: sesiones de fotos, proyectos laborales, viajes, reflexiones sobre amor propio y fragmentos de su cotidianidad. Esa mezcla entre glamour y vulnerabilidad, propia de muchas figuras de la era digital, ha permitido que su comunidad no solo la admire, sino que también se identifique con ella. No es casual que su nombre comience a sonar con fuerza en una competencia donde el voto del público es clave para definir quién entra y quién se queda afuera.
Lo que más intriga a los seguidores —y a los productores del formato— es la estrategia con la que Giselle planea entrar al juego. Una de las estrategias que tendría Giselle en caso de ingresar al reality sería demostrar su carácter, dejando claro lo crítica que es al momento de tomar una decisión. Su intención no es pasar desapercibida ni limitarse a ser “la linda de la casa”, sino posicionarse como una voz firme, capaz de cuestionar, debatir y sostener sus opiniones incluso en medio de la tensión propia del encierro.
Para una audiencia argentina acostumbrada a realities de convivencia, el perfil de Giselle resulta familiar y, a la vez, interesante: una mujer joven que mezcla experiencia televisiva, influencia digital y ambición empresarial. Su posible participación en La casa de los famosos Colombia 2026 refleja una tendencia regional: la televisión ya no es el único escenario, sino una pieza dentro de un engranaje más amplio donde Instagram, TikTok y otras plataformas terminan amplificando cada conflicto, romance o declaración que surge en pantalla.
El caso de Giselle Watson permite leer algo más que la historia de una aspirante a reality: habla de cómo las mujeres jóvenes en Latinoamérica están reapropiándose de su imagen, gestionando su propia marca y transformando la exposición mediática en capital simbólico y económico. Si finalmente cruza la puerta de la casa más famosa de Colombia, su recorrido será también un termómetro de hasta qué punto el público está dispuesto a respaldar a una figura crítica, frontal y construida a partes iguales por la televisión y las redes sociales.