El Oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) finalizó la última soldadura automática en el ingreso a la Terminal Portuaria de Punta Colorada, marcando un hito en la infraestructura energética del país.
Este megaproyecto representa una de las inversiones más significativas en el sector hidrocarburífero argentino y posiciona al país como un actor relevante en el mercado global de exportación de energía.
La construcción de este oleoducto de 437 kilómetros no solo permitirá evacuar el petróleo de la Cuenca Neuquina hacia el Atlántico, sino que también abre las puertas a un ambicioso plan de licuefacción de gas natural (GNL) de gran escala que desarrollará masivamente los recursos de Vaca Muerta para proveer energía al mundo.
El proyecto Argentina LNG se consolida como la iniciativa más ambiciosa para transformar al país en un proveedor confiable de gas natural licuado.
El ducto de 437 kilómetros de extensión y 30 pulgadas de diámetro unirá la localidad de Allen con Punta Colorada, en la provincia de Río Negro. Permitirá despachar más de 180.000 barriles diarios de crudo en su Fase I y, una vez finalizada la Fase II, alcanzará una capacidad de hasta 550.000 barriles diarios.
Esta capacidad operativa representa un incremento del 70% en la posibilidad de evacuación de petróleo desde la Cuenca Neuquina, duplicando la capacidad actual de la zona núcleo de Vaca Muerta.
Impulsado por un consorcio conformado por ocho empresas, YPF, Vista, PAE, Pampa Energía, Chevron, Pluspetrol, Shell y Tecpetrol, el oleoducto permitirá el transporte desde el corazón productivo de Vaca Muerta hasta una instalación con capacidad para operar buques petroleros tipo VLCC (Very Large Crude Carriers).
La terminal portuaria en Punta Colorada contará con dos monoboyas que permitirán las operaciones offshore de carga en mar abierto, facilitando la exportación a gran escala.
El desarrollo energético nacional no se limita al petróleo. El proyecto forma parte de la Fase 1 del programa Argentina LNG. La Secretaría de Energía de la Nación, a través de la Resolución 353/2025, dio luz verde a una de las apuestas más ambiciosas del sector energético argentino: la aprobación de un permiso de exportación de GNL por tres décadas para el segundo barco del consorcio Southern Energy, el MK II. Esta decisión reafirma la estrategia de convertir a la Argentina en un exportador estructural de gas natural.
El buque MK II se suma al ya aprobado Hilli Episeyo, lo que eleva la capacidad de exportación total del proyecto a 26,5 millones de metros cúbicos diarios. Esta nueva fase contempla, además, la construcción de un gasoducto exclusivo de 470 kilómetros, que partirá desde Vaca Muerta y finalizará en San Antonio Oeste, donde ambos barcos operarán desde alta mar.
Este gasoducto de 36 pulgadas de diámetro no estará conectado al sistema nacional, ya que su operación estará dedicada exclusivamente al abastecimiento de los buques fábrica.
Argentina LNG contará con dos unidades licuefactoras flotantes (FLNG) con capacidad conjunta de hasta 18 millones de toneladas anuales. El consorcio Southern Energy, conformado por Pan American Energy (30%), YPF (25%), Pampa Energía (20%), Harbour Energy (15%) y Golar LNG (10%), lidera la primera fase de este ambicioso plan exportador.
La estatal alemana SEFE Securing Energy for Europe acordó la compra anual de hasta dos millones de toneladas de gas natural licuado (GNL) al consorcio argentino Southern Energy, lo que supondrá un vínculo comercial hasta al menos 2035, con entregas a partir de finales de 2027.
Este acuerdo representa el primer contrato de exportación de GNL a largo plazo firmado por Argentina y posiciona al país como proveedor confiable para el mercado europeo.

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El proyecto contempla una inversión total de USD 3.000 millones y se presenta como uno de los elementos clave para ampliar las exportaciones de hidrocarburos en Argentina. De acuerdo a estimaciones de YPF, se podrían generar exportaciones por USD 15.000 millones anuales para 2030, con un potencial de más de USD 20.000 millones en el futuro.
Estas cifras transformarían radicalmente la balanza comercial del país y consolidarían al sector energético como el principal generador de divisas.
La magnitud del proyecto Argentina LNG es aún mayor. Esta firma puede significar para la Argentina 300.000 millones de dólares de exportaciones durante veinte años, según declaraciones del presidente de la petrolera estatal. Es un antes y un después para nuestro país.
El plan de exportación de gas natural licuado contempla múltiples etapas:
Con la instalación y plena operación de cinco buques de licuefacción proyectados, Argentina podría ingresar para fines de esta década con fuerza al competitivo mercado mundial del gas natural licuado (GNL), generando exportaciones por más de 14.470 millones de dólares anuales. La capacidad de procesamiento alcanzaría los 24 millones de toneladas por año (MTPA), equivalente al 5% de la capacidad instalada global en 2024.
El posicionamiento estratégico de Argentina en el mercado global depende de varios factores clave. Argentina LNG es una fuente de suministro confiable y competitiva, desde una región ubicada estratégicamente para los mercados consumidores, con condiciones climáticas y geopolíticas favorables para el desarrollo de la operación. Esta ventaja geográfica permite acceder tanto a mercados europeos como asiáticos con rutas marítimas eficientes.
Entre los avances más importantes del Vaca Muerta Oleoducto Sur se destaca la primera soldadura automática, realizada a fines de mayo en las cercanías de Chelforó, en la provincia de Río Negro. En paralelo, ya se completaron más de 300 kilómetros de apertura de pista y 60 kilómetros de desfile de caños. Estos avances técnicos demuestran el ritmo acelerado de construcción y la capacidad del consorcio para cumplir con los plazos establecidos.
La terminal de exportación en Punta Colorada representa un componente crítico de la infraestructura. Se concretó la adquisición e ingreso al país de las chapas necesarias para los tanques de almacenamiento, y ya se empezó a trabajar en la adquisición de las dos monoboyas que permitirán las operaciones offshore de carga en mar abierto. Estas monoboyas posibilitarán la carga de buques VLCC con capacidad de 2 millones de barriles, maximizando la eficiencia logística de las exportaciones.
Esta infraestructura estratégica conectará el Gasoducto San Martín con las unidades de licuefacción flotantes, clave para la exportación del gas de Vaca Muerta. El desarrollo de gasoductos dedicados exclusivamente a la exportación representa una innovación en el modelo energético argentino, separando los flujos de exportación del abastecimiento interno.
Para abastecer los cinco buques a plena capacidad, según el informe de Economía & Energía (E&E) se requerirían 111 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d) de gas natural, lo que implica un aumento del 78% en la producción nacional, actualmente en torno a los 142 MMm³/d. Este incremento productivo demandará inversiones significativas en perforación, completación de pozos y tecnología de extracción.
Según el Baker Institute, el FLNG se presenta como la alternativa más viable frente a los megaproyectos de licuefacción en tierra firme. El estudio identifica al GNL flotante (FLNG) como la herramienta más eficaz para reducir barreras y como la vía más realista para que el gas neuquino logre finalmente llegar a los mercados globales. Esta tecnología permite reducir tiempos de construcción, minimizar riesgos de inversión y acelerar el inicio de las exportaciones.
Southern Energy pretende utilizar las instalaciones flotantes con el objetivo de sortear los retrasos habituales en la construcción de grandes infraestructuras terrestres, acelerando la exportación de hidrocarburos desde el litoral argentino. El plan establece una operatividad de dos décadas para los buques, permitiendo así contratos prolongados tanto con clientes europeos como, eventualmente, de otras regiones que demanden GNL.
Desde el punto de vista argentino, la operación refuerza el posicionamiento del gas de Vaca Muerta como un insumo competitivo en la región y contribuye a la generación de divisas. Pan American Energy es uno de los principales productores de gas natural del país y abastece tanto al mercado interno como a los mercados regionales, aprovechando excedentes estacionales de producción.
La estrategia de exportación contempla múltiples destinos. Además del contrato con Alemania, se evalúan oportunidades en Asia-Pacífico, donde China, Japón, Corea del Sur e India representan los principales compradores de GNL a nivel mundial. La diversificación de mercados reduce la dependencia de un solo comprador y mejora la estabilidad de los ingresos por exportaciones.
Vaca Muerta atraviesa una etapa de expansión que sólo podrá sostenerse con más inversiones en transporte, mayor capacidad de evacuación de la producción y reglas de juego estables a largo plazo. En este escenario, el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) es una de las herramientas que cambia la ecuación para avivar proyectos de gran escala en el sector.
El marco regulatorio resulta fundamental para atraer inversiones de largo plazo. El permiso otorgado mediante la Resolución 353/2025 es el segundo de su tipo en la historia energética del país y fue posible tras la sanción de la Ley Bases, que habilita contratos de exportación de largo plazo. Esta estabilidad jurídica genera confianza en inversores internacionales y facilita el acceso a financiamiento competitivo.

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Las obras comenzaron a principios de 2025 y la puesta en funcionamiento está prevista para fines de 2026. La fase inicial permitirá transportar 180.000 barriles diarios, con expansión gradual hasta alcanzar 550.000 barriles diarios en 2027.
¿Qué capacidad de exportación tendrá Argentina LNG?
Argentina LNG contará con dos unidades licuefactoras flotantes (FLNG) con capacidad conjunta de hasta 18 millones de toneladas anuales. Esta capacidad posicionará al país entre los principales exportadores de GNL de América Latina.
Las proyecciones indican que las exportaciones combinadas de petróleo y gas podrían generar entre USD 30.000 y USD 50.000 millones anuales para 2033, transformando radicalmente la balanza comercial argentina y consolidando al sector energético como principal generador de divisas.
El consorcio Southern Energy incluye a Pan American Energy, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG. Adicionalmente, la petrolera estatal desarrolla proyectos con ENI y ADNOC para ampliar la capacidad exportadora.
Se construirán gasoductos dedicados exclusivamente a la exportación, separados del sistema nacional. Estos ductos conectarán los yacimientos de la Cuenca Neuquina con las terminales marítimas en Río Negro, donde operarán las unidades flotantes de licuefacción.
El desarrollo del Vaca Muerta Oil Sur y los proyectos de gas natural licuado representan una transformación estructural de la matriz energética argentina. La combinación de infraestructura de transporte de última generación, tecnología FLNG y contratos de exportación a largo plazo posiciona al país como un actor relevante en el mercado global de hidrocarburos.
Con el autoabastecimiento prácticamente alcanzado, el sector energético argentino enfrenta un nuevo umbral: solo un fuerte perfil exportador permitirá sostener el crecimiento. El IAPG advierte que el desafío implica perforar a gran escala, multiplicar la infraestructura y asegurar el acceso al financiamiento internacional.
El éxito de estos megaproyectos dependerá de la capacidad para mantener un marco regulatorio estable, atraer inversiones significativas y ejecutar las obras en los plazos establecidos.
La concreción del Vaca Muerta Oil Sur y los proyectos de LNG Argentina transformarán definitivamente al país en un proveedor confiable de energía para los mercados globales.