

Este viernes 23 y sábado 24 de octubre, a las 20.30, en la Sala Alberto Ginastera del Teatro Argentino de La Plata – dependiente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires – subirá a escena el ballet El Lago de los Cisnes, con música de Piotr Illich Tchaikovsky y coreografía de Mario Galizzi (basada en los originales de Marius Petipa y Lev Ivanov), repuesta por Sabrina Streiff.
Habrá nuevas funciones el jueves 29, viernes 30 y el sábado 31 de octubre, a las 20.30, y el domingo 1º de noviembre, a las 18.30.
Intervendrán el Ballet Estable, que encabeza Sabrina Streiff, y la Orquesta Estable, que contará en esta oportunidad con la dirección de Diego Censabella.
La escenografía le corresponde a Augusto González Ara, el vestuario a Eduardo Caldirola y la iluminación a Estevan Ivanec.
Encabezarán el reparto Julieta Paul (23, 24, 31 y 1º) y Melisa Heredia (29 y 30) como Odette; Bautista Parada (23, 24, 31 y 1º) y Miguel Ángel Klug (29 y 30) como el Príncipe Sigfrido; Mariela Milano (23 y 24), Marianela Bidondo (29 y 30) y Nadia Osorio (31 y 1º) como Odile y Paulo Osorio Marcilio (23, 24, 29 y 30) y Mario Navarro (31 y 1º) como el Mago Von Rothbart. Los restantes papeles estarán a cargo de diferentes integrantes del Ballet Estable.
Las entradas, desde $ 40, están disponibles en las boleterías del Teatro, de martes a domingos, de 10 a 20, o a través de TuEntrada.com, Tel. 5533-5533 (Capital Federal). Hay descuentos y promociones destinadas a jubilados, pensionados, jóvenes, estudiantes, docentes y personas con discapacidad.
Quienes se encuentren en Capital Federal o sus cercanías dispondrán sábados y domingos de un servicio de ómnibus que partirán desde la Casa de la Provincia de Buenos Aires, Callao 237, dos horas y media antes del inicio de las funciones. Los pasajes de ida y vuelta tienen un costo de $ 160 y también pueden ser adquiridos con anticipación por medio de TuEntrada.com
El ballet más celebrado de la historia
A pesar de tener ya en su haber muchas obras estupendas de otros géneros, Piotr Illich Tchaikovsky nunca había escrito música para ballet cuando en 1876 la Ópera de Moscú le formuló un encargo en ese sentido.
Según confesó en carta a su amigo Nikolai Rimsky-Korsakov, no fueron sólo los apremios económicos sino también sus intensos deseos de componer para esos fines los que lo condujeron a aceptar el pedido.
La tarea le demandó once meses y recién estuvo concluida cuando ya se habían iniciado los ensayos. El resultado fue una partitura inspiradísima, llena de melodías de increíble belleza.
Sin embargo, el estreno, producido el 4 de marzo de 1877, resultó un fracaso. Según las crónicas, el principal motivo de esa decepción inicial fue la coreografía que Julius Reisinger concibió para el Bolshoi de Moscú.
La aprobación definitiva del público recién llegaría con la versión presentada el 15 de enero de 1895 en el Teatro Marinsky de San Petersburgo, esta vez con coreografía de Marius Petipa (que se encargó de los actos primero y tercero, que transcurren en el castillo) y de Lev Ivanov (responsable de los actos segundo y cuarto, que suceden en el lago).
La gran mayoría de las innumerables versiones ofrecidas desde entonces por compañías de todo el mundo se basan en esas creaciones de Petipa e Ivanov, que junto a la imperecedera música de Tchaikovsky lograron convertir por fin a “El Lago de los Cisnes” en la obra más aclamada de toda la historia del ballet.