lunes 15 de diciembre de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 24 sept 2015

En la Biblioteca Municipal

Presentaron un libro en Ensenada sobre el poeta Baldomero Fernández Moreno

En el marco del Día de las Bibliotecas Populares, se realizó la presentación del libro “Baldomero, el médico poeta de los 70 balcones y ninguna flor” que relata la historia del patrono de la Biblioteca Municipal de Ensenada.


Desde la Asociación “Amigos de la Biblioteca” se organiza todos los años
una celebración en el mes de septiembre, en homenaje a maestros, bibliotecarios y profesores. En esta oportunidad, se unificaron los festejos con la presentación del libro, la cual fue llevada a cabo en la Biblioteca Municipal “Baldomero Fernández Moreno”.

La obra fue realizada por Fernando Pieske, un periodista y escritor de Chascomús que realizó una detallada investigación sobre este especial personaje y la recopiló en el libro.

Baldomero Fernández Moreno fue un poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1886 y fallecido en esa misma ciudad en 1950.

Hijo de comerciantes españoles, pasó parte de su infancia en Santander, a orillas del Cantábrico.

De regreso a la Argentina, obtuvo su título de Doctor en Medicina, ejerciendo su profesión en Chascomús.

A los veintinueve años publicó su primer libro de poesía, al que siguieron luego
seis publicaciones más.

En sus poemas se mezcla el más intenso erotismo y la más alta espiritualidad, producto de su inspiración en dos mujeres cuya identidad ha permanecido en el misterio. (Fuente amediavoz.com)

Setenta balcones y ninguna flor

Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?

La piedra desnuda de tristeza
¡dan una tristeza los negros balcones!
¿No hay en esta casa una niña novia?
¿No hay algún poeta lleno de ilusiones?

¿Ninguno desea ver tras los cristales
una diminuta copia de jardín?
¿En la piedra blanca trepar los rosales,
en los hierros negros abrirse un jazmín?

Si no aman las plantas no amarán el ave,
no sabrán de música, de rimas, de amor.
Nunca se oirá un beso, jamás se oirá un clave…

¡Setenta balcones y ninguna flor!

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