

Se cumplen 31 años de la muerte del autor de “A sangre fría” y “Desayuno en Tiffany’s”, Truman Capote. “Alcohólico, drogadicto, homosexual y genio”, así se definió él mismo el periodista y escritor estadounidense.
En 1966 Capote escribe “A sangre fría” que sería su trabajo más celebrado. Con ella acuñaría el término non-fiction-novel, creando un referente para lo que luego sería el nuevo periodismo estadounidense. La novela, publicada tras 5 años de intensa investigación, cuenta el suceso real del asesinato de la familia Clutter, y es llevada al cine en 1967 por Richard Brooks. Del libro se venderían más de trescientos mil ejemplares, permaneciendo en la lista de los libros más vendidos del New York Times durante treinta y siete semanas.
Trabajó también en revistas como Playboy y escribió desde novelas y cuentos a numerosos guiones para cine y televisión. Además, “A sangre fría” y “Desayuno en Tiffany’s” fueron adaptadas a la pantalla grande.
Lo novedoso era que Truman Capote culpaba a su gran éxito “A sangre fría” de su ruina, de sus adicciones, de sus miserias, de no haberle permitido emprender el camino de una nueva publicación de largo aliento. Lo hacía ante la grabadora de Gerald Clarke, su biógrafo de cabecera publicada en España publicada por Ediciones B. Era la declaración de un difunto en sus últimos días de vida antes de la sobredosis.
Capote falleció mientras dormía en un día como hoy, hace 31 años, el 25 de agosto de 1984.
Repasamos algunas de sus mejores frases.
-“Cuando Dios te da un don, te da también un látigo. Y ese látigo es para autoflagelarse”.
-“Una conversación es un diálogo, no un monólogo. Por eso hay tan pocas buenas conversaciones, porque dos conversadores buenos rara vez se reúnen”.
-“Soy hombre de obsesiones más que de pasiones”.
-“Es mejor mirar hacia el cielo que vivir en él”.
-“La vida es una buena obra de teatro con un tercer acto mal escrito”.