Preguntados tiene 7 millones de usuarios únicos diarios, es la aplicación más descargada en lo que va de 2014 en América Latina (1 de cada 8 smartphones lo tiene instalado), y es el quinto juego más jugado del mundo, con más de medio millón de descargas.

“Pegarla con una app” parece ser uno de los hits globales por estos días. Un claro ejemplo es Dong Nguyen, el vietnamita que creó Flappy Bird, el videogame que fue descargado más de 50 millones de veces en pocas semanas y generó un revuelo mundial.

El impacto fue muy fuerte para el desconocido Nguyen, que se asustó y retiró el juego del mercado diciendo que odiaba que su creación generara gamers adictos. Se recluyó, pero se arrepintió a los pocos días: volvió a subirlo y ahora piensa en nuevos para seguir ganando dinero.

Nada de esto le va a pasar a Máximo Cavazzani, el argentino de apenas 28 años que está detrás de Preguntados.

Máximo es el único accionista de Etermax, la empresa desde la que comanda sus proyectos, y que entre todas sus apps suma 10 millones de users diarios.

Jura que sabe cómo hacer que las cosas funcionen, tiene experiencia y le gusta el dinero. Mucho. Máximo no se va a arrepentir de nada, y menos de ser exitoso.

Cavazzani es un joven serio. Mira fijamente y de entrada queda muy claro que le gusta hablar. Por momentos suena algo arrogante, pero también sincero: no cae antipático. Dice sin ponerse colorado que le importan los resultados mucho más que el camino, y que ser emprendedor no es un trabajo para disfrutar.

-¿Es una pose? ¿El chico hit del mundo app local se inventó un personaje, igual que los simpáticos muñequitos que desarrolló para su juego sensación?

Somos cuatro ShowMatch, 100 puntos de rating. En dos meses, con Preguntados, Etermax pasó de 1 millón a 10 millones de usuarios. Esto no ocurrió nunca en la región. Preguntados no es un jueguito: es el quinto juego más jugado del mundo. En el top-10, los otros 9 invierten cientos de millones de dólares en publicidad, nosotros, cero”, dice Cavazzani, quien asegura que su compañía pelea el cuarto puesto global de desarrolladoras de juegos para móviles. Las líderes son Zinga, creadora del famoso FarmVille de Facebook; y King, autora del megaexitoso Candy Crush.

- ¿Cuánto factura Etermax?

No hablo de facturación. Somos muy rentables, pero este negocio es muy difícil de dimensionar.

-¿Ya le ofrecieron comprarle la compañía?

Sí. Tuve una oferta concreta de una de las grandes. No sólo puede comprarnos una empresa de juegos, tenemos un perfil de desarrollo y producción que puede interesar, por ejemplo, a empresas como WeChat, Line, Televisa, Telefónica, América Móviles, o un medio.

-¿De qué va a depender que venda o no?

Del dinero. Siempre depende del dinero. Yo sé cuánto va a facturar mi empresa en unos años. Si alguien me hace una oferta muy superior, tengo que vender.

-¿Vendería hoy mismo?

Sí. Esta empresa nunca fue pensada para ser vendida, pero si no lo hiciera, sería un mal inversor, y no soy un mal inversor. No me caso con los sentimientos hacia Etermax, y eso que me costó mucho hacerla. La empresa que me llamó para comprarnos me dijo que es muy difícil que un desarrollador haga dos juegos exitosos, y que el segundo sea más exitoso que el primero. Por eso, muchas que aciertan con un juego, venden rápido. Nosotros sí lo hicimos, y si vos sos los Beatles es muy difícil que seas un one-hit wonder. Da Vinci no hizo un solo gran cuadro.

-Se está comparando con los Beatles y Da Vinci…

No… Digo que me preocupo por ser impredecible, que no hago un juego para pegarla: quiero mejorar, ser más rentable. Para eso armé una empresa, no soy un chico que hace apps.

- ¿Cuánto vale esa empresa?

Las cosas no valen per se, sino por lo que alguien quiere pagar. Whats- App se vendió a unos US$ 40 por usuario. Facturaban US$ 20 millones por año pero Facebook pagó US$ 19.000 millones. Esa es una medida estándar de mercado, y si la tomamos, tendríamos un valor de US$ 400 millones. Probablemente nadie pague eso por esta empresa… o sí. Si yo tuviese que valuar a Etermax, evaluaría a Máximo Cavazzani y su capacidad de hacerla crecer.

-¿Cuánto vale Máximo Cavazzani?

Yo soy impagable.

Máximo termina la frase, espera unos segundos y lanza una carcajada corta. Levanta la ceja derecha. Es un chiste. ¿Es un chiste?

(Forbes)