

“El Quimilar tiene hoy problemas que hay que resolver de forma urgente como la gestión de obras cloacales ya que el sistema de pozos cloacales llegó a su límite con el riesgo ambiental que ello implica, inconvenientes con el escurrimiento del agua que se acumula en las calles, los anegamientos y el temor a inundarse”, explicó Arteaga.
Al barrio lo bordea el arroyo Carnaval y según los vecinos “no es difícil imaginar las consecuencias si sucediesen lluvias torrenciales como ya acontecieron tanto en City Bell como en el casco de la Ciudad”.
Asimismo, le remarcaron a Arteaga que ya plantearon los reclamos el Intendente, Pablo Bruera, sin ningún tipo de respuesta describiendo la necesidad de un sistema hidráulico que garantice el escurrimiento de las aguas y de un sistema cloacal que conduzca los desechos domiciliarios.