“A salvo en Tel Aviv. Gracias a todos. En breve hablamos”, tuiteó Damián Pachter, ahora radicado (no se sabe si definitivamente o temporalmente) en la capital hebrea. Se fue de Argentina sosteniendo que su vida “corre peligro” tras la primicia que dio en la red social una semana atrás.

Su destino era un misterio pero el reconocido diario israelí Haaretz publicó un reciente artículo titulado “El periodista que cubrió la muerte de Nisman huye de Argentina a Israel, temiendo por su seguridad”.

Además, el jefe de redacción del Financial Times de Jerusalén, John Reed, publicó una foto de Pachter – que tiene doble nacionalidad argentina e israelí – recién llegado a Tel Aviv: "El periodista argentino Damián Pachter aterrizó en Israel. Dice que huyó “porque el gobierno argentino me perseguía””, escribió.

Otro capítulo de este caso que lleva más misterio que certezas. ¿Tenía vínculos con los servicios de inteligencia israelíes el ahora “fugado” periodista hacia, casualmente, Israel? ¿Por qué lo habrían “marcado”, como dice él? ¿Por qué el gobierno argentino lo perseguiría? ¿Por qué no detalla las razones que respaldan semejante denuncia?

Este fin de semana, la presidencia argentina, a través de sus cuentas oficiales en las redes sociales, se hizo eco de las noticias que apuntaban a que Pachter había viajado a Israel, tras denunciar que abandonaba Argentina por miedo.

La cuenta de Twitter de la Casa Rosada volvió a encender la polémica al publicar noticias del portal Infobae y el diario Clarín según las cuales Pachter tenía previsto refugiarse en Israel, además de un tuit del el periodista Gaby Levinas (director del medio plazademayo.com), en el que corroboraba la información y aseguraba que Pachter lo llamó mientras hacía escala.

Estas publicaciones se sumaron a la que el sábado desató indignación porque reproducía los datos de viaje de Pachter, dados a conocer por la agencia oficial Télam y la estatal Aerolíneas Argentinas.

Damián Pachter abandonó el sábado la Argentina tras denunciar que había detectado que lo seguían y que sus fuentes le habían advertido que su vida corría peligro.

El periodista hizo saltar todas las alarmas el pasado domingo en las redes sociales al anunciar que el fiscal Alberto Nisman había sido hallado muerto en su domicilio tres horas antes de que se confirmara el deceso por canales oficiales.

La muerte de Nisman, cuyas circunstancias aún no se han aclarado, se produjo cinco días después de que denunciase a la presidenta, Cristina Fernández, y a varios dirigentes oficialistas por presuntamente haber orquestado un plan para encubrir a los supuestos responsables iraníes del atentado contra la mutual judía Amia en 1994.

Este sábado, Pachter citó en el aeropuerto a dos periodistas de su confianza (de Clarín e Infobae) a los que explicó: “Me voy porque mi vida corre riesgo. Acá no puedo estar más. No puedo volver más al país, al menos hasta el final de este gobierno. Estoy muy marcado”.