

En las últimas horas, la ciudad de Bragado fue el epicentro de la reunión de varios de los representantes municipales que integran la Cuenca del Río Salado, preocupados en cómo erradicar definitivamente la presencia del bariguí en la región.
“La mosquita es un tema que tomó trascendencia; es un problema que afecta a toda la Cuenca, en la cual se hicieron mapeos y se obtuvo información. La regionalización ayuda a que las autoridades provinciales estén al tanto del tema”, aclaró Perla Casella, directora de Medio Ambiente de Bragado.
De acuerdo con los nueve representantes municipales que participaron del encuentro, los trabajos que se están realizando consisten en la aplicación de un larvicida en la primera etapa, que es cuando la hembra efectúa el depósito de los huevos en el río.
También se complementa con fumigación en la zona del agua y con limpieza de regiones donde se encuentran gran cantidad de juncos.
Perla Casella, al momento de su intervención, también aclaró: “Las condiciones climáticas afectan mucho el desarrollo de la mosquita. Si tenés un nivel de agua muy elevado, el crecimiento va a ser mayor, dado que las larvas se reproducen con gran facilidad”.