

Los primeros estudios que se realizaron para determinar si era posible la donación determinaron que no se puede hacer el trasplante.
La versión había comenzado a difundirse cuando antes de velar los restos de la menor asesinada en Gonnet, los padres, Cristian Bogado y Laura Pupo, se pusieron en contacto con representantes del INCUCAI para donar los órganos de su hija.
Pese al gesto que conmovió aún más a toda la comunidad , el CUCAIBA, organismo bonaerense que articula con el INCUCAI , informó que Abril Bogado no reunía las condiciones necesarias para ser donante de órganos para trasplante.
“No se pudo llevar a cabo el protocolo de diagnóstico de muerte bajo criterios neurológicos dada la inestabilidad hemodinámica de la niña, hecho que la llevó a un paro cardíaco irreversible, circunstancia que imposibilita la donación de órganos”, explicaron desde el CUCAIBA.
“La lucha continúa hasta que aparezca el corazón de Justina y los órganos de las otras 11.000 personas que esperan hoy por un donante”, expresó el padre de Justina.