

En diálogo con Info BLANCO SOBRE EGRO, Pablo Guereta, vecino de Ignacio Correas, relató: “Anoche me envenenaron un perrito y se murió. A mí ya me mataron más de 10 perros. Este perrito lo teníamos todo el tiempo adentro, se escapó a la calle y volvió envenenado. Se llamaba ‘Chorizo’ y ya se había envenenado cuatro veces pero lo habíamos podido salvar, esta vez no se pudo hacer nada.”
Los hijos de Pablo de 13 y 19 años agarraron a su mascota y salieron corriendo a ver al veterinario del pueblo. Al entrar en contacto con la baba del animal sufrieron un principio de intoxicación, se les hincharon los pies y la boca pero están fuera de peligro.
En julio, una ola de envenenamientos casi le produce la muerte a la hija mayor del mismo vecino que por entrar en contacto con el cuerpo de su mascota ya sin vida debió ser internada y recibir un tratamiento médico ante un severo cuadro de intoxicación.
En ese momento, los vecinos de Correa fueron recibidos por funcionarios municipales que se comprometieron a tomar medidas para intentar lidiar con esta problemática como la colocación de más luminaria y cámaras de seguridad en las calles principales.
“Hasta ahora cumplieron en muy poco, pusieron unas pocas luces y ninguna cámara. El delegado de Arturo Seguí tampoco nos da una respuesta”, expresó Guereta. Esta tarde, vecinos de esta pequeña localidad se movilizaron hasta las puertas de la comuna para pedir que se cumpla con el compromiso asumido meses atrás y fueron recibidos por el secretario de Gobierno, Nelson Marino.
El veneno que fue encontrado es el carbofurano, cuya marca más conocida es el Furadan. Se trata de un pesticida altamente tóxico que está prohibido en distintos países y que es peligroso para los seres humanos. Esta sustancia puede producir parálisis tanto en las extremidades como en el rostro.
“En un momento sospechábamos de un vecino pero ahora no tenemos ninguna certeza porque creo que esa persona no es la culpable. La verdad no tengo explicaciones, parece pura cizaña. Lo extraño es que a la mitad del pueblo no se le envenenan los perros y a la otra mitad sí”, comentó el vecino que vive desde hace más de 40 años en Correas.
“Esto viene desde hace rato, pero ahora se intensificó y además parece que se la agarraron siempre contra los mismos. Mi familia y una chica llamada Natalia que es la que más está movilizando por este tema son las más afectadas”, agregó.
Por las denuncias de los vecinos existen dos causas abiertas en la justicia local. Una de las investigaciones está a cargo de la fiscal Virginia Bravo y la otra su par Marcelo Romero.
“Correas es un pueblo muy tranquilo pero ahora vivimos aterrorizados porque estamos todo el día pendientes de que los chicos no toquen nada por el temor de que esté envenenado”, concluyó.