

El intendente Pablo Bruera firmó un convenio con el presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC), José Rodríguez Silveira, orientado a la construcción y puesta en marcha de una planta de tratamiento de pilas agotadas.
En la actualidad, allí se recicla un promedio de 80 kilos de pilas por mes, el equivalente al consumo de unos 8 mil habitantes. Según informaron desde la comuna, el objetivo es lograr un acuerdo de inversión que permita ampliar 4 ó 5 veces la capacidad de la planta.
La futura planta de tratamiento funcionará bajo la supervisión y regulación del Centro de Investigación dependiente de la CIC, y será instalada de forma económica y sustentable, para asegurar la continuidad del funcionamiento de la misma.
Durante la firma del convenio también estuvieron presentes el director del Centro de Investigación PLAPIMU/LASEISIC Horacio Thomas; el director de Gestión Integral de Residuos e Higiene Urbana de la Comuna, Ricardo Díaz y el secretario de Salud municipal, Alfredo Henen.
Las pilas desechadas en la basura se integran al medio ambiente ocasionándole graves daños a la salud y la ecología, debido a los materiales químicos que la componen. Con el paso del tiempo las pilas pierden la carcasa que las recubre y sufren la corrosión, debido a los factores climáticos y los procesos de fermentación de la basura.
Durante este proceso se liberan compuestos tóxicos que, al filtrarse, contaminan suelos y cuerpos de agua. Además, la mayor parte de las veces, las pilas terminan siendo quemadas en los basureros, ocasionando una aumento en la contaminación, debido a que generan sustancias nocivas para la salud.