

Foto: un pequeño ejemplar que encontró refugio en un caño que desemboca en Ensenada
El impacto del calentamiento global se siente en nuestra Región cada año con más fuerza. En el zoológico platense, según confirmó a Info Blanco Sobre Negro su director, Diego Balducci, "se ha notado en lo que va de 2015 claramente, debido a que las temperaturas cálidas del otoño han generado cambios importantes".
Lobos marinos que pierden el rumbo, aves que ponen huevos dos veces al año, mamíferos que cambian su ciclo hormonal, mosquitos que se "acostumbran" al invierno, y tortugas marinas que visitan las costas de Ensenada y Berisso son postales preocupantes del efecto invernadero en esta zona del planeta. En diálogo con Balducci, algunas postales de lo que hay detrás de los rescates a lobos marinos que se publican como notas de color en tiempos en los que nuestra Madre Tierra pide basta.
Los medios de comunicación de esta Región multiplican entre sus noticias algunas novedades que merecen un análisis minucioso sobre la manera en que el cambio climático en nuestro Planeta se hace sentir en la vida cotidiana de los seres humanos, y la de la flora y fauna que conforma nuestro entorno.
Aparecen lobitos marinos sobre las costas del Río de la Plata y se repite la noticia como nota de color. Siempre hubo animales extraviados en las aguas marrones y dulces que bañan Magdalena, Berisso y Ensenada, pero la cantidad de casos comenzaron a llamar la atención de los especialistas.
En ese contexto el Zoológico de La Plata se convirtió en una pieza clave para la recuperación de los animales marinos que pierden su rumbo y corren riesgo también de perder sus vidas.
Por esa razón entrevistamos al Director del Parque y veterinario Diego Balducci, un actor obligado en esta historia. Porque el zoo ha debido convertirse, como señalábamos días atrás, en un centro de atención para ejemplares que aparecen en estas geografías ayer templadas y cada año más cálidas.
Balducci cuenta que “algunos animales que están en el zoo, este año en particular debido a las temperaturas cálidas registradas durante gran parte del otoño, han sufrido importantes transformaciones”.
Por ejemplo “algunas especies de aves hasta han llegado a realizar una segunda puesta de huevos y además muchas hembras de mamíferos entraron en celo en una época adelantada, debido a que el ciclo circadiano de acción sobre las glándulas del cuerpo generaron una alteración ampliamente visible”.
Además, el profesional explicó en diálogo con Infoblancosobrenegro que “estos nuevos cambios estacionales van provocando alteraciones en varias especies animales”, al punto de que “muchos de ellos se desarrollan más que en épocas pasadas”.
Un ejemplo significativo, dice Balducci, “es la presencia de larvas de insectos, entre ellos mosquitos. Sobre todo es llamativo que se los pudiera encontrar hasta mitad de año: antes el descenso de las temperaturas los afectaba más”.
“En el caso de enfermedades parasitarias, en algunos animales también se vio extendido el verano: cambiaron las fechas normales de aparición de enfermedades virales estivales, que se extendieron hasta el invierno; y hasta encontramos lesiones causadas por los gusanos de larvas colocadas por las moscas que generan gusanera sobre los mamíferos, principalmente. Se las pudo hallar hasta en el mes de junio, cuando son infecciones que a más tardar se registran hasta marzo de cada año”, explicó el veterinario.
En relación a la flora, "se prolongó su “estado verde” hasta la floración, y recién están terminando en estos días de caer la hojas".
En relación a las imágenes que últimamente se han difundido por la llegada y el rescate inesperado de tres ejemplares de lobos marinos pequeños encontrados sobre las costas del Río de La Plata, tanto en la localidades de Quilmes, Ensenada y Punta de Indio, “se pone en el tapete lo que está sucediendo con el cambio climático”, dice Balducci.
En este tema, el zoológico local juega un rol que suele pasar desapercibido para muchos y que realiza en virtud de no existir un área más adecuada debido al vértigo y la persistencia con que se presentan estas “anomalías” en las temperaturas de la Región y de los mares. Estas especies empiezan a ser parte de nuestro entorno natural.
Dice Balducci: “Hoy el municipio puede contribuir desde este Parque a la conservación de la fauna, y ello ha sido posible gracias a un cambio radical de sus funciones. Se lo fue dotando de otro perfil y podemos hablar de un “nuevo Zoo”. Un espacio que hace su aporte a la preservación y conservación de la fauna nativa, superando la mera exhibición de animales e incorporando el rol de los modernos y responsables jardines zoológicos o bioparques de todo el mundo a través de proyectos para el bienestar y cuidado de nuestra naturaleza”.
Con respecto a que en los últimos 9 días se encontraran tantos ejemplares de lobos marinos en esta región, el especialista explicó que es llamativa y preocupante la cantidad, pero advirtió que “no es raro que suceda”.
No obstante aclaró que aunque este fenómeno “se da en otras épocas del año, no es habitual que ocurra en invierno”.
Estos ejemplares “se juntan en colonias de gran tamaño sobre las costas tanto del Río de La Plata en Argentina, como en la localidad de Colonia en Uruguay”.
Su llegada a la región no guarda tantos misterios: “Por diferentes motivos como por ejemplo las corrientes de las aguas del mar y del río que los empujan hacia otras costas, o cuando salen en busca de alimento y siguen algún cardumen, estos animales en su mayoría juveniles ingresan demasiado al mar y luego no pueden regresar a su lugar de origen, y son arrastrados por las mareas hacia otras orillas”.
El daño no puede evitarse: “Debido a ello la condición en la que generalmente llegan estos animales es con un cierto estado de agotamiento y compromiso respiratorio por la ingesta de agua o ingreso de líquido en sus pulmones. Por otro lado también se los suele encontrar con lesiones sobre sus aletas o cuello, debido a que quedan atrapados en las redes de los barcos pesqueros y los tripulantes los tratan de devolver al agua y lesionan sus extremidades. Al estar lastimados no pueden nadar fácilmente y el agua los arrastra a las costas. Suelen ser encontrados en las orillas, atrapados y traídos al zoo por personal de defensa civil, bomberos o por instituciones oficiales”.
Además, Balducci relata que algunos particulares hacen su aporte, “como sucedió en los últimos dos casos de lobitos rescatados que fueron encontrados por pescadores (en dos casos), y por un remissero que cargó un ejemplar en su baúl y lo llevó al Zoo para que le diéramos atención y cuidado hasta que podamos devolverlos a su entorno natural”.
“No sólo se hallaron lobos marinos – explica Balducci – Otras veces han sido encontrados en la misma situación elefantes marinos, tortugas marinas y hasta pingüinos de Magallanes.
El zoo platense es una de las instituciones en donde se los recibe, para lo cual se les realiza una atención médica veterinaria primaria articulando con organismos provinciales de traslado de fauna marina. En otros lugares que cuentan con las instalaciones necesarias para su rehabilitación (especialmente con piletas de climatización y filtros salinos) se los readapta y posteriormente se los libera.
Con respecto a esta última fase que atraviesan los “visitantes” marinos, el veterinario explica: “Los lobitos requieren un largo periodo de tratamiento médico, principalmente a nivel respiratorio, con chequeos diarios y realización de placas radiográficas, además de otras tareas importantes, como acostumbrarlos a comer los pescados que les damos, debido a que no están habituados a alimentarse de peces muertos. Las tarea de rehabilitación es muy importante y además estos juveniles suelen enfermarse muy rápido y correr riesgos de vida durante un largo periodo. Cuando llegan al Zoo pasan una semana en estado sanitario reservado debido a que generalmente se desconocen enfermedades que pueden traer, y además se los aísla y entran en un periodo de cuarentena hasta que se los pueda incorporar con otros congéneres. Una vez que estos animales se han recuperado se realiza una suelta masiva para la época de verano sobre las costas del Mar Argentino desde las playas, por personal de Mundo Marino o Aquarium de Mar del Plata.
“Identifican un pez de aguas tropicales frente a las costas de Mar del Plata. Se lo conoce popularmente como “escolar narigudo” y puede medir casi hasta un metro y medio. Es la primera vez que se reporta esta especie en aguas argentinas”, consignó la Agencia CyTA-Instituto Leloir.
“Un equipo internacional de científicos identificó por primera vez frente a las costas de Mar del Plata un pez de aguas tropicales y subtropicales, el escolar narigudo o pez espada picudo. Habría sido transportado desde Brasil por corrientes o remolinos cálidos, aunque los investigadores ignoran si se trata de una incursión ocasional o de una expansión de la especie hacia nuevos ambientes”, agregó la fuente.
“El escolar narigudo, cuyo nombre científico es Nesiarchus nasutus, se caracteriza por presentar un cuerpo comprimido y muy alargado. Se mueve en aguas profundas (entre 200 y 1200 metros) aunque asciende durante la noche. Su longitud promedio es de 80 centímetros y puede llegar a medir 130 centímetros. El espécimen descripto, capturado con red de arrastre de fondo durante una campaña del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) en el buque japonés Kaiyo Maru, en 2005, estaba a 100 metros de profundidad y medía 63 centímetros de largo”, detalló la agencia.
“No existe una explicación clara de por qué las especies tropicales y subtropicales pueden alcanzar estas latitudes, pero varios investigadores han propuesto que estas especies pueden utilizar la corriente cálida de Brasil como medio de transporte”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir la doctora María Cecilia Spath, integrante del Laboratorio de Biotaxonomía Morfológica y Molecular de Peces del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), que depende del CONICET y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Otra posibilidad es que la formación de remolinos cálidos (eddies) que se desprenden de la corriente de Brasil al chocar con la corriente de Malvinas, pueda transportar a estas especies hacia zonas más frías, añadió Spath, quien es la primera autora del reporte que acaba de publicar la revista científica “Brazilian Journal of Biology.”
A simple vista, parecería ser solamente el hallazgo ocasional de una especie subtropical en aguas subantárticas, señaló Spath. “Sin embargo, si se siguiera encontrando esta especie en zonas previamente no reportadas podría indicar que la especie estaría desplazándose a nuevo hábitats”, dijo.
La misma agencia abrió un interrogante: aunque la especie tiene un interés pesquero menor, ¿podría afectar el ecosistema en el caso hipotético de que comenzara a crear comunidades en aguas argentinas? “Para saberlo, sería necesario conocer primero qué lugar ocuparía esa especie en la cadena trófica del ambiente en el que se va a encontrar y analizar, entre otras cuestiones, su dieta”, respondió Spath.