Una terraza verde es un sistema de ingeniería que permite el crecimiento de vegetación en la parte superior de los edificios. En general, tienen un impacto neto positivo sobre el ambiente: capturan agua de lluvia, reduciendo inundaciones y niveles de contaminación; mejoran el aislamiento térmico de los edificios y enfrían el aire; representan un hábitat para especies nativas o migratorias; y ayudan a mejorar la calidad de vida.

Capital Federal, Córdoba y Rosario son las ciudades pioneras en la instalación de terrazas verdes. En La Plata, varios consorcios y constructoras analizan esta alternativa de arquitectura sustentable. En el Concejo Deliberante, el Frente Renovador presentó un proyecto proponiendo la creación de terrazas verdes en edificios públicos. Anteriormente, el bloque PRO había acercado una iniciativa similar.

En diálogo con INOBLANCOSOBRENEGRO, Sebastián Leder, gerente de ventas de Verdes Aires, empresa dedicada a la instalación de terrazas verdes, aseguró que cada vez son más los edificios que eligen crear nuevos ecosistemas en las alturas.

“Aunque parezca algo extraño, esto es algo milenario. Se trata de recuperar los espacios verdes en las grandes ciudades que están muy por debajo de la cantidad de metros cuadrados que debería haber por habitante según la Organización Mundial de la Salud”, explicó Leder.

Uno de los principales beneficios de las terrazas verdes es el aumento de la capacidad de escurrimiento del agua de precipitaciones en las ciudades. Las cada vez más frecuentes lluvias torrenciales obligan a pensar alternativas para evitar inundaciones.

“Se ralentiza el proceso de escurrimiento del agua de lluvia. Cuando hicimos el proceso de investigación experimentamos con una lluvia torrencial en Buenos Aires y comprobamos que mientras normalmente se recupera el 90 por ciento del agua, con las terrazas verdes se recupera apenas la mitad”, aseguró el empleado de Verdes Aires.

Las otras ventajas son el aislamiento térmico, se reduce en un 50 por ciento la cantidad de calor que la cubierta recibe del sol, lo que se traduce en un menor uso de aires acondicionados y disminuye el consumo eléctrico y la protección de las membranas de los inmuebles y se evita los problemas de rajaduras y filtraciones. “La terraza verde triplica la vida útil de las membranas”, detalló Leder.

SISTEMA INTENSIVO Y EXTENSIVO

Existen 2 tipos de cubiertas verdes. Las extensivas son livianas y de bajo mantenimiento. Se plantan en ellas especies con poco requerimiento de humedad, necesitan solamente de 5 a 15 centímetros de sustrato y suelen subsistir con agua de lluvia.

En cambio, las intensivas tienen sustratos espesos que alojan una variedad de plantas, desde comestibles y arbustos, hasta árboles. Estas, suelen precisar una estructura de soporte reforzada y requieren mucho más mantenimiento e irrigación.

“El sistema extensivo generalmente no es transitable. En cambio, el intensivo permite el uso recreativo del espacio verde”, explicó Leder y agregó: “Nosotros priorizamos el sistema extensivo por su sustentabilidad”.

“Se ponen bandejas modulares y un manto para que no pase ni la raíz, ni el sustrato y no genere humedad. Dentro se pone un sustrato que reemplaza a la tierra, porque la idea es recrear un ecosistema en la terraza sin seguir degradando la capa fértil. Con solo 8 centímetros de este sustrato puedan vivir especies vegetales”, relató.

“Cuando empezamos en 2008 eran muy pocos los lugares. Era un tema raro. Hoy ya se ha adoptado y son muchos edificios los que elige las terrazas verdes. Nosotros llevamos instalados más de 2 mil metros cuadrados”, concluyó Leder.