La mujer, casi dos meses después de sobrevivir 7 días en un lugar inhóspito, contó su historia y reconstruyó los momentos más duros de su recuperación.

“Creí que iba morir congelada, pero no podía irme sin saber que había pasado con Mario. Me salvó el amor por mis hijas. Me aferré a la esperanza y eso hizo que lograra sobrevivir”, aseguró Constantino un mes y medio después del trágico episodio.

La pareja de médicos se había perdido 21 de enero pasado, durante una caminata por los senderos del Parque Nacional de Calilegua. Después de caminar durante 45 minutos en el paseo de “La herradura”, se desorientaron y se perdieron. “Confiábamos en orientarnos y resolver el problema. Bajamos por una zona de barrancos con tupida vegetación y después del mediodía llegamos a un río”, recordó la mujer.

De repente, los dos se resbalaron y cayeron por un barranco. “Me paré. Él me llamaba. Traté de ir a donde estaba y me volví a caer, rodé un poco más y quedé debajo de su cuerpo”, contó Constantino, que vio a su marido gravemente herido. “Me desesperé y le rogué que me esperara. Yo podía moverme y tenía que conseguir ayuda”, agregó.

Muy conmovida, reveló cuáles fueron las últimas palabras que escuchó decir a su marido, antes de irse a conseguir ayuda: “Mario me miró y me dijo: ‘Mirá qué vacaciones te estoy haciendo pasar’”, contó.

El 28 de enero, siete días después de que el matrimonio platense ingresara al parque, un grupo de rescatistas la encontraron tirada en hueco entre varias piedras. Estaba en estado de shock y con hipotermia. Dos días después, otro grupo de rescatistas halló el cadáver de Mario Bidinost. “Les pedí perdón a mis hijos porque no pude llegar a tiempo para salvar a su papá”, dijo su mujer.

En pleno proceso de recuperación de las secuelas físicas y psicológicas que le dejó la tragedia, la médica confesó: “Regresar a casa fue difícil y doloroso. Salimos de vacaciones a un viaje soñado y todo terminó en una gran tragedia para toda la familia”.