

“¿Se rompió un caño de agua querido?”, cuenta José Micursi que le preguntó su mujer mientras llegaban a la costa para tomar unos mates mirando el Río.
“Pensábamos que era un problema de ABSA, pero cuando nos fuimos acercando no lo podíamos creer. Habíamos visto sudestadas, pero ninguna en un día primaveral como este”, explicó a INFOBLANCOSOBRENEGRO el vecino platense que visitaba Punta Lara.
Contra la creencia popular, sudestada no es sinónimo de lluvias y vientos intensos. Muchas veces el viento del sudeste se mantiene firme, aunque no por ello fuerte, y generan este tipo de fenómenos.
En Punta Lara, por ejemplo, el Río parecía una pileta desbordada. Los guardavidas redoblaban sus esfuerzos por avistar a cualquier aventurero que se animara a tirarse al agua. “La gente es muy inconsciente, a veces se meten igual, desafiando a la naturaleza”, explica José Bastallone, vecino de la zona.
“Incluso los guardavidas tienen que aguantar las agresiones de algunos, que se emborrachan y después no quieren regresar al murallón”, nos cuenta Bastallone.
La última vez que la sudestada desbordó el Río un día despejado y lindo como el de ayer, fue hace dos años, el 25 de febrero de 2012. Incluso, aquella vez, al agua trepó hasta más de tres metros.