Para peor, los problemas empiezan cuando las bajas temperaturas castigan sus hogares. “Es para evitar que protestemos, la gente a esas horas duerme y por eso no sale a quejarse fuera de sus casas”, denunciaron. Anoche, previendo que se repitan los problemas, realizaron un corte de calle para protestar contra la empresa.

Además, en Berisso y Ensenada los problemas reiterados ya han encendido airados y persistentes reclamos de las autoridades municipales, quienes, en conjunto con los jefes comunales de toda la región han exigido repetidas veces a la empresa una mejor prestación de sus servicios.

Recordemos que en 2010 el intendente de La Plata, Pablo Bruera, optó por no renovar el contrato que vinculaba al municipio y a EDELAP desde 1994, por el cual la empresa se hacía cargo del mantenimiento de la luminaria pública y de unos 350 semáforos. Desde entonces, esa tarea la brinda la comuna con una notable mejora de calidad.

El problema es regional. En Punta Lara y los Talas, las localidades más alejadas de los partidos de Ensenada y Berisso, por ejemplo, todos los días se repiten los cortes, en forma rotativa y en diferentes horarios.

Para peor, ni siquiera funciona correctamente el servicio de atención telefónico ante emergencias, la línea de reclamos técnicos (0800-222-3335), razón por la cual cuando se interrumpe el suministro eléctrico los usuarios deben afrontar la doble tarea de procurarse calefacción por otros medios, y advertir a la empresa, que suele responder siempre con la promesa de “una rápida solución” a los problemas, según denuncian entidades de defensa de usuarios y consumidores.

La escena suele repetirse: ante una ola de frío o de calor sube el consumo domiciliario, comienzan los cortes, las quejas, y los reclamos de las autoridades nacionales, provinciales y locales.

A fines del año pasado, EDELAP S.A. inauguró la subestación Este, con el fin de mejorar el servicio. La planta, ubicada en Ruta 11 y 602 de La Plata, fue presentada con bombos y platillos, e incluso se escucharon cálidos y gentiles discursos de parte de autoridades municipales y provinciales, los mismos que después alzan sus voces “para expresar los reclamos de los vecinos” y denunciar la pobre calidad del servicio que presta la empresa.

Pero, hasta ahora, lo único concreto es que el malestar aumenta y los vecinos agotan su paciencia. El corte de calle de anoche puede ser una modalidad que se repita, incluso en otros barrios. Antecedentes sobran. “Es que si no nos hacemos oír, nadie, ni el estado ni la empresa, nos dan la atención que merecemos”, explicaban los vecinos.