jueves 31 de octubre de 2024 - Edición Nº -2157

Internacionales | 26 jun 2020

La crisis sanitaria no encuentra el límite

Una universidad brasileña despidió a profesores por correo electrónico en medio de la pandemia

Se trata de un centro privado de São Paulo, que deja sin trabajo a unas 300 personas, sin aviso previo.


(EFE) El lunes pasado, 10 minutos antes de empezar una clase en la carrera de Derecho, la profesora Ana Cristina –nombre ficticio – no consiguió acceder al campus virtual. Ana Cristina lo había hecho casi todos los días desde que la Universidad Nueve de Julio (Uninove), un centro privado de São Paulo, decidió suspender las clases presenciales por la pandemia del coronavirus. Ese lunes, la sorprendió un mensaje emergente que no la dejaba iniciar sesión y anunciaba su despido.

“¡Atención! Estimado(a) profesor(a), le comunicamos que, en la fecha presente, queda exento(a) de prestar servicios a esta empresa y no tiene la necesidad de cumplir el aviso previo previsto por ley. Se le pagará de acuerdo con las disposiciones de la legislación laboral pertinente”, decía el texto. El mensaje ni siquiera llevaba el nombre de la profesora. “Fue cruel abrir la pantalla y ver eso. Tanto la forma en que se hizo, totalmente impersonal y sin ninguna explicación, como el contexto en el que tuvo lugar fueron sorprendentes. Nos dejamos la piel los últimos meses para hacer que funcionara el nuevo sistema a distancia. Y llega el final del semestre, ¿y nos tratan así?”, cuestiona Ana Cristina. El texto también informaba a los profesionales que debían presentarse en el departamento de Recursos Humanos para devolver “la credencial, la tarjeta de acceso, la tarjeta del aparcamiento, las tarjetas del seguro médico y/o dental” y tramitar la baja en la seguridad social.

El aviso que le llegó a Ana Cristina fue enviado a decenas de profesores de varios de los 80 cursos que ofrece la institución. Según el Sindicato de Profesores de São Paulo, hasta el miércoles por la mañana, más de 120 profesores recibieron mensajes en los que la Uninove les informaba que les había despedido a principios de la semana. Los profesionales son de diferentes departamentos, algunos trabajaban desde hacía años en la institución y otros habían sido contratados recientemente. “Seguro que este número todavía es mayor, ya que no tenemos contacto con todos los profesores de la Uninove. Dicen que unos 300. El despido masivo es grave y tiene un fuerte impacto”, afirma Silvia Barbara, una de las directoras del sindicato.

Sin embargo, Silvia Barbara explica que estos despidos forman parte de un proceso de reestructuración que varias universidades ya estaban llevando a cabo para reducir la nómina. Y señala que, desde que el Ministerio de Educación promulgó un decreto en diciembre del año pasado permitiendo que los cursos superiores presenciales ofrecieran hasta el 40% de los créditos a distancia —antes solo se permitía el 20%—, se ha despedido a muchos profesores y el número de estudiantes por clase ha aumentado significativamente. “Se gasta mucho menos en la nómina, el trabajo es mucho más precario y los profesores están sobrecargados”, dice. El sindicato presentó un acuerdo de negociación colectiva al Tribunal Regional Laboral el martes 23 de junio para solicitar la cancelación de los despidos.

Uninove no ha revelado la cantidad de docentes que han perdido el empleo al inicio de la semana, pero, mediante un comunicado de prensa, ha informado que la pandemia ha obligado a la institución a realizar cambios y que se ha hecho todo lo posible para mantener la plantilla y cumplir con todas las obligaciones contractuales. “Los salarios de los profesores se han pagado puntualmente y se han hecho grandes inversiones en tecnología. Las mensualidades se están renegociando, en vista de la pérdida del poder adquisitivo de nuestros estudiantes y sus familias. Todas las medidas de reajuste han sido necesarias para preservar el sueño de futuros profesionales que se graduarán aquí”, dice la nota.

Para el sindicato y los profesores entrevistados, Uninove utiliza la pandemia para acelerar el proceso de reestructuración basado en reducir la nómina y maximizar las ganancias. Que los despidos ocurran en plena pandemia y que la institución no haya manifestado ninguna intención de negociar o resolver el problema agrava aún más la situación, según el sindicato.

Sin negociación

Ana Cristina también cree que podrían haber negociado y que la justificación de las inversiones en equipos es una mera excusa. “No han tenido pérdidas, solo nos dieron un teléfono móvil a los profesores y a los alumnos, una SIM con conexión a internet. Tampoco han bajado la mensualidad. Además de los profesores, ya habían despedido a muchos empleados que trabajaban en los campus. Solo piensan en obtener ganancias. Ha sido cruel, nos han tratado como números en plena pandemia. Y encima quieren que devolvamos la tarjeta del seguro de salud ilegalmente, ya que tenemos derecho a utilizarla un mes más”.

El despido masivo ha generado fuertes críticas entre los estudiantes, que han manifestado su apoyo a los profesores en las redes sociales. “La forma en que los han despedido, por medio de un mensaje automático, sin previo aviso, es una gran injusticia, estamos muy insatisfechos con estas formas”, dice Maria –también nombre ficticio–, una estudiante de Medicina, que ha visto como ocho de sus profesores perdían el trabajo esta semana. “Ha sido un semestre muy difícil para los profesores, que han tenido que adaptarse a esta nueva realidad a distancia. Y todavía más en Medicina”, dice. La estudiante también afirma que el discurso de que tienen que reducir costes no tiene sentido en un momento en que la institución tiene menos gastos fijos de las instalaciones —internet, luz, agua— y las mensualidades de los alumnos siguen siendo las mismas. “Los profesores han sido geniales, es preocupante que la calidad de la enseñanza disminuya”.

Los estudiantes han creado una petición en línea para protestar contra la medida, que clasifican como “una gran falta de empatía y falta total de respeto hacia las personas”, dice el texto. “Solicitamos reconsideren, siempre que sea posible, los despidos de las profesoras y los profesores, y que los reincorporen, aunque sea parcialmente, al cuerpo docente”.

La vuelta de las clases presenciales

El gobernador de São Paulo, João Doria, y el secretario de Educación, Rossieli Soares, anunciaron este miércoles el plan para que 13,5 millones de estudiantes vuelvan a tener clases presenciales en las escuelas públicas y privadas: las instituciones podrán abrir cuando todas las ciudades del Estado de São Paulo hayan estado 28 días en la fase 3 del plan de desescalada, la llamada fase amarilla. De esta forma, las clases se retomarán de manera uniforme en todas las ciudades. Hasta la fecha, ningún municipio ha alcanzado esa fase, pero el Gobierno pronostica que las escuelas volverán a abrir el 8 de septiembre. El Ministerio de Educación ha autorizado que las clases se sigan impartiendo a distancia en las universidades federales hasta el 31 de diciembre de 2020. Aunque las instituciones tienen autonomía para definir el formato y el cronograma de las clases, la ordenanza les proporciona más seguridad para mantener la enseñanza a distancia sin que se las cuestione.

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