

El pasado viernes, una estudiante de tercer año del Colegio San José Obrero, ubicado en calle 505 y 10, denunció a las autoridades que un compañero le había tocado las partes íntimas.
Lejos de dar una respuesta adecuada, la vicedirectora de la institución educativa religiosa habría intentado responsabilizar a la propia víctima del abuso aludiendo que usaba una pollera demasiado corta. La respuesta generó indignación entre los chicos que comenzaron una protesta que se extendió en toda la escuela.
Según relataron padres, el viernes pasado un estudiante de 3 años del turno tarde le levantó la pollera a una compañera y le tocó "sus partes íntimas". Cuando la chica fue plantear el tema a la vicedirectora su respuesta habría sido "'y bueno, ustedes también usan esas polleritas cortas'”.
“Ante semejante respuesta retrógrada este martes se realizó una sentada en la que participaron casi todos los cursos del turno tarde, incluidos los varones”, explicaron.
De la protesta también formó parte curso de la mañana que estaba en clase de educación física a pesar de la oposición de preceptores y personal administrativo que intentó impedirles el paso.
Las estudiantes del turno mañana también se organizaron para hacer un “pollerazo” en apoyo a la compañera de la tarde.
Alumnas de quinto y sexto pasaron por todos los salones a invitar al resto de los cursos. Algunos docentes intimidaron a los chicos con amenazas de exámenes para quienes abandonaran sus clases.
Muchos padres y madres de estudiantes del colegio consideran que este no fue un caso aislado y señalaron que este grupo directivo “apoyaba al cura Lorenzo”, el ex párroco de la Iglesia San José Obrero denunciado por varios casos de abuso sexual que se quitó la vida luego de que la justicia ordenara su captura.
El director de la institución intentó serenar la situación proponiendo que las chicas de la institución asistan con pantalones deportivos. Las estudiantes advirtieron que esta propuesta sigue la misma línea de la retrógrada respuesta de la vicedirectora.