

Crédito foto: Gustavo Gavotti
“Se va a disputar una gran pelea que promete boxeo de alto rendimiento para brindar un gran espectáculo a nuestro público y para los televidentes”, adelantaron los organizadores de la pelea que supuestamente tenía como objetivo "promover al deporte como una de las formas de reinsertar en la sociedad para las personas que han cometido un delito".
La pelea (que tuvo lugar en Morón) prometía ser “un knockout a todo lo conocido”, según los responsables del evento.
Fue, al final, un KO a un preso que duró apenas unos segundos de pie, de nombre Martín Jara. Cumple una condena de 14 años por robo.
El policía se llama Julián Gómez y ambos pertenecen a la categoría de los Medianos (72, 520 Kg. /160 Libras) . El circo incluso fue televisado por Canal 9.
Al perdedor lo habían dejado salir del penal por una noche para poder enfrentar dentro del cuadrilátero al agente policial en un combate que, obviamente, no tenía antecedentes.
La genial iniciativa idea tuvo toda la liturgia del ambiente. Se entonó el himno y apenas las campañas soltaron tu repique el (des) uniformado Gómez logró derribar a su oponente a los pocos segundos.
La pelea continuó a ritmo de paliza, y en una poderosa y reiterada secuencia de golpes el detenido con permiso para participar del circo cayó demolido.
Ahí, en ese momento, el ganador lanzó su proclama en favor de él, que a los gritos se calificaba ( humildemente) como un representante de "la gente de bien".
El policía (de apodo "Diamante" para el show) largó su diatriba maniquea en la que se ubica entre los "buenos" con un desparpajo inadmisible, como si acabara de reventar a Mike Tyson.
Incluso un portal de noticias que hizo gran propaganda a la velada reconoció: "Una vez que se decretó el KO, Gómez se acercó y pareció provocar a un Jara que estaba visiblemente conmovido y no pudo responderle".
Después de un duro combate se comprendería, pero esa saña tiene otro parecer, más ligado a lo ideológico que a lo deportivo, ya que ni siquiera había levantado temperatura la pelea.
Pero las cámaras tomaron la escena y el policía sacaba pecho sin preocuparse por el rival que en sólo segundos había logrado demoler. Muy deportivo todo. Y eso que la pelea había sido promocionada con el lema: “Enfrentados en la vida, junto en el ring”.
Los contendientes habían sido convocados para el circo-pelea por Chino Maidana Promotions, la compañía que encabeza el ex campeón superligero y wélter de la AMB.
Tras varios segundo de tensión finalmente el triunfador levantó en andas al perdedor, y se justificó por la indolencia y la falta de empatía con el detenido que acababa de demoler: “Había tenido un gesto que no me gustó. Yo vengo de un problemita”, adujo.
No aclaró nada sobre a qué se refería por "problemita", pero si lo tiene sería bueno para la seguridad de todos que lo analice con algún profesional de la salud mental.
En las horas previas el evento Martín Sánchez, jefe de prensa de Chino Maidana Promotions, había destacado el gran trabajo de la productora y de quienes autorizaron el show: "Buscamos a un policía que fuera boxeador profesional y que coincidiera en la cantidad de peleas para que sea parejo".