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Información General | 7 ene 2022

Un investigador aclaró detalles sobre los controles del Covid y anunció que están desarrollando un autotest en La Plata

"Si una persona hace mal la toma de la muestra el test puede dar negativo aunque quizás sea positivo", advirtió.


Esta semana la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó cuatro test de autoevaluación para detectar el virus Sars COV-2.

Se trata de productos de los laboratorios Abbot, Vyam Group, Roche y Wiener, que serán distribuidos únicamente en farmacias. Al ser importados su llegada al país tardará algunos días.

Si bien muchos especialistas coinciden en que es un buen instrumento para liberar los centros de salud, que se ven atestados de personas por estos días, también cabe tener en cuenta algunas consideraciones.

Al respecto, el doctor e investigador principal del CONICET, Sebastián Cavalitto, advirtió a Info Blanco Sobre Negro que “el problema es que si una persona hace mal la toma de la muestra el test puede dar negativo, aunque quizás sea positivo, y eso es más peligroso que no estar testeado porque uno se confía al suponer que es negativo, se relaja en los cuidados y puede estar contagiando”.

De todas formas, el director del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI) de La Plata señaló que el autotesteo puede ser complicado o no "depende del tipo de test".

“Si es como el que se toma en los laboratorios puede llegar a ser complicado. Si es una versión que se aplica sólo en la nariz es más fácil de tomar la muestra”, aseguró Cavallito, que desarrolló en el 2020 junto a su equipo de trabajo un test serológico de COVID-19 que medía anticuerpos contra la enfermedad. Aunque sostuvo que para esta altura de la pandemia “ya quedó antiguo desde el punto de vista tecnológico”.

“Hacerse el hisopado correctamente no es fácil. Entiendo que los autotesteos que se aprobaron no son los mismos que se hacen en un laboratorio sino que el hisopado se hace en la nariz y no en las fosas nasales con lo cual quizás sea más fácil la toma de muestra y no genere un problema”, indicó el investigador.

Por otro lado, Cavallito anunció que desde el CINDEFI también están desarrollando un test de antígenos pero aún no está terminado y que “faltan un par de meses” para su terminación.

La idea de este test de autoevaluación es vendérselo al sistema público como se usaba hasta antes de que se aprobaran los autotesteos caseros.

El sistema será igual a éstos últimos. Tiene un hisopo que va a un líquido que desarma el virus y éste va a una tira (como en un test de embarazo) y ahí aparecen una o dos líneas si es positivo o negativo. El funcionamiento es igual al anterior test serológico pero señala cosas distintas. En el primero dos tiras significaban que la persona tenía anticuerpos contra COVID-19 y en éste último si la persona tiene el virus.

Según lo dispuesto por el ANMAT, el resultado de los autotesteos aprobados para su venta en farmacias deberá ser informado de forma inmediata una vez realizado el test en base al código de barra de cada empaque, aunque se dispondrá un tiempo mayor cuando no hubiera sido utilizado. Dicha información deberá ser transmitida al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud únicamente por los farmacéuticos.

Ante la pregunta de cuándo habría que hacerse el autotesteo, Cavallito señaló que “en principio, habría que hacérselos cuando uno tenga síntomas que es cuando tiene la carga viral más alta o, en el caso que se haya tenido contacto estrecho con alguién que tiene COVID-19”.

“En este último habría que esperar tres o cuatro días desde que se tuvo contacto para asegurarse de que, en caso de ser positivo, el virus se replicó en las fosas nasales”, indicó el investigador del CONICET.

Finalmente, sobre el motivo por el cual se tardó tanto tiempo en habilitar la venta en farmacias de los autotesteos, el investigador manifestó que fue porque había una ley que prohíbe la venta de este tipo de sistema de diagnóstico a privados ya que es una incumbencia propia de los laboratorios de análisis clínicos. “Las excepciones son el test de embarazo y el de glucemia que tuvieron luchas iguales a éstas para venderse”, agregó el investigador.

“Si bien hay un tema comercial de por medio también está el tema de que es un diagnóstico que influye sobre la salud pública. Si yo me lo hago mal o me lo hago bien y me da positivo pero no digo nada estoy de alguna forma perjudicando a la sociedad”, aseguró Cavallito.

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