

El ciervo de los pantanos se había extinguido hace unos 100 años, pero gracias al trabajo de un grupo de conservacionistas, el Parque Nacional El Impenetrable desde ahora cobija a una pareja de ciervos de los pantanos.
La reintroducción de esa especie se suma al nacimiento de dos yaguaretés en el mismo parque, que está ubicado en la provincia del Chaco. Además, registraron una nutria gigante que se creía extinta en el país.
El ciervo de los pantanos es un herbívoro clave de los humedales. Su reintroducción, informó en un comunicado la Fundación Rewilding, potenciará las actividades de turismo de naturaleza en esa región.
El proyecto también es apoyado además por la gobernación chaqueña y la Administración de Parques Nacionales (APN).
La pareja de ciervos fue bautizada como Brisa y Alfonso, y según se informó en breve sumarán más individuos para poder reconstruir poblaciones de esa especie en el Chaco Seco, la región de donde había desaparecido.
La población de ejemplares del ciervo de los pantanos era abundante en la cuenca alta y media del río Bermejo, pero la caza deportiva desmedida y la destrucción de sus hábitats naturales provocó su extinción a comienzos del siglo XX, destacaron desde la Fundación Rewilding .
También estaba presente en la mayor parte de la cuenca de los ríos Paraná y Uruguay, sobre todo en ambientes húmedos.
Pero además de la caza se sumaron el avance de la frontera agropecuaria y las enfermedades importadas por el ganado.
Ambos factores provocaron su extinción en la mayor parte de este territorio, y hoy subsisten en el Delta del Paraná, en los Esteros del Iberá y en zonas cercanas, así como en el extremo este de las provincias del Chaco y Formosa.
En Parques Nacionales calculan que al menos 10 mil ejemplares del ciervo de los pantanos viven en el gran humedal correntino. Brisa y Alfonso provienen de la zona del Iberá.
Sebastián Di Martino, Coordinador de Conservación de Fundación Rewilding Argentina, señaló que “recuperar la especie y su rol ecológico resultará en un ecosistema más sano, más diverso y más funcional, atributos necesarios para hacer frente a las crisis ambientales que golpean cada vez más fuerte a la vida silvestre y a las comunidades alrededor del planeta”.
Un macho adulto de ciervo de los pantanos puede pesar 140 kilos, y junto al tapir es uno de los herbívoros más grandes que habitaban en zonas húmedas del bosque Impenetrable chaqueño.
Según la Fundación mencionada, "el ciervo de los pantanos no solo contribuirá a recuperar la integridad del Chaco Seco, sino que además promoverá el desarrollo local, contribuyendo a la economía de las comunidades de parajes como La Armonía, Fortín Arenales y Nueva Población".
Esas localidades chaqueñas ya se están capacitando para realizar actividades de turismo de naturaleza basadas en la observación de fauna.