domingo 9 de noviembre de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 28 ene 2022

La Cámara Federal de La Plata confirmó la detención del acusado de atropellar y matar a una nena en 72 y 131

El hecho ocurrió en diciembre del año pasado


La Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata, integrada por Raúl Dalto y María Oyhamburu, avaló todo lo actuado por el juez de primera instancia en la causa que investiga la muerte en un accidente de tránsito de Renata Pacheco, la nena de 10 años embestida en la rotonda de 72 y 131, confirmó la detención de Felipe Marín Gelvez (71), el conductor del Ford Ka gris que la atropelló.

El juez de Garantías de La Plata que interviene en el caso, Guillermo Atencio, había rechazado el pedido de excarcelación presentado por la defensa del imputado al tomar en cuenta, más allá de los agravantes previstos por la norma que castiga al "homicidio culposo", que se debe tomar en cuenta "la extensión del daño provocado por un conductor ebrio al tronchar la vida de una menor de tan corta edad".

A su vez, la fiscal del caso, María Scarpino, había pedido la detención del conductor a quien los testigos habrían intentado linchar tras el accidente.

El episodio ocurrió el 29 de diciembre último, cerca del mediodía, en la rotonda de 72 y 131. Allí se encontraba la nena de diez años junto a su madre cuando, por causas que aún no están claras, fue embestida por el vehículo con patente AA840CR, conducido por Gelvez, que quedó detenido al otro día por pedido de la fiscal y del juez Atencio.

Sobre cómo se sucedieron los hechos hay distintas versiones. Una de ellas, rechazada por los familiares de la víctima, indica que la nena se soltó de la mano de su madre y, al bajarse a la calle, fue impactada por el detenido.

La otra refiere a que, varios metros antes, ya se lo veía realizando una conducción imprudente, y se mencionan dos hipótesis: un neumático desinflado, que presuntamente le impidió mantener la marcha del rodado y evitar montarse sobre la rambla, donde, al parecer, golpeó a la menor con el guarda barro delantero derecho; y una situación de aparente ebriedad por parte del conductor. Según las fuentes policiales, el test de alcoholemia habría arrojado 0,51 gramos/litro cuando el máximo permitido es de 0,50 gramos/litro.

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