

Si bien el que se realizó en 1869 es considerado el primer Censo Nacional de la Argentina, que inició una serie de ciclos regulares en la estadística nacional en los años 1895, 1914, 1947 y 1960, una investigación de Ernesto Maeder (Historia y resultados del Censo Confederal de 1857) destacó la importancia del Censo realizado por la Confederación Argentina en 1857.
Maeder fue investigador superior del CONICET, donde integró la Comisión Regional y más tarde la Comisión Asesora en Historia y Antropología. Desde su ingreso al organismo científico hasta su jubilación dirigió el Instituto de Investigaciones Geohistóricas.
En el país existía una suficiente experiencia estadística desde al menos quince años. "Se disponía de oficinas, de personal experimentando, jefes capaces y con visión de su cometido, así como de publicaciones regulares donde exponer los resultados de esta investigación", destacó el investigador.
Uno de los censos más importantes en aquella época fue el dispuesto por el Congreso de Paraná en 1854, que se llevó a cabo recién en 1857 y cubrió una buena parte de las provincias de la Confederación Argentina.
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Dicho censo se realizó en forma completa en, al menos, ocho de las trece provincias de la Confederación, y de todos ellos se han conservado las cifras. El censo, por otra parte, se cumplió conforme a un plan orgánico y detallado, y sirvió como antecedente para 1869.
"Las operaciones censales practicadas en la época española y en la independiente, ya fuera en jurisdicción de provincias, pueblos o parroquias, habían tenido como propósito fundamental el conocimiento del número de pobladores a los fines de la recaudación fiscal, la creación de instituciones religiosas y de bien público, o el enganche militar", recordó Maeder.
Sólo después que el régimen se hace republicano y representativo, se añadió una finalidad de orden político a los censos. El artículo 33 de la Constitución Nacional de 1853 disponía que "para la segunda legislatura deberá realizarse el censo general y arreglarse a él el número de Diputados, pero este censo solo podrá renovarse cada diez años".
En 1854, el Senado aprobó un proyecto de ley por el cual se disponía la ejecución del censo. En Diputados la iniciativa se aprobó por mayoría en la sesión del 1 de diciembre de dicho año. La ley finalmente fue promulgada por el Poder Ejecutivo el 6 de diciembre de 1854.
El 23 de junio de 1857, el Ministerio del Interior solicitó a algunas provincias la realización de censos dentro de sus propias jurisdicciones. "El Ministerio a mi cargo hace dos años ha que tiene empeñados todos sus esfuerzos con el propósito de levantar el Censo General de la Confederación pero todos ellos se han estrellado inútilmente ante los obstáculos creados por la falta de costumbre que ha habido en las provincias de formar el padrón de sus respectivas poblaciones. Algunas de ellas remitieron al gobierno el censo que se les pidió en 1855 pero estos mismos padecieron errores al levantarlo que inutilizaban toda la operación", detalló el ministro Santiago Derqui.
Según Maeder, en la previa de 1857 cuatro provincias ya habían realizado censos o cálculos de sus poblaciones respectivas. Tal el caso de Corrientes con el censo de 1854; Catamarca con el cálculo de Benedicto Ruzo de 1854; Tucumán con el censo de 1854; San Luis con el cálculo de 1854; La Rioja con censo de 1855; y Mendoza con el censo de 1855
En 1856 se establecieron algunas medidas para poner en marcha el censo de 1857 como la creación de la Mesa Central de Estadística, que dotaba a la Confederación Argentina del primer organismo técnico de orden estadístico con que poder valerse en sus planes de gobierno. Se creó en setiembre de 1856 y estuvo bajo la dirección del coronel Gerónimo Espejo (1801-1889).
Los formularios del censo incluían una serie de cuestiones a interrogar, dispuestas en diez columnas: casas, nombres y apellidos, edad, sexo (hombre - mujer - niño), estado (casado - viudo - soltero), patria o país de nacimiento, si sabe escribir, ejercicio u ocupación, si está o no vacunado, imposibilidades físicas y otras observaciones.
La nómina de preguntas, comparada con la posteriormente propuesta para el censo de 1869, presenta una similitud muy notoria. En este último censo, se incluyó la misma serie de cuestiones, con los solos agregados de provincia en la sexta pregunta y de leer en la séptima, y se suprimió la pregunta de si se estaba vacunado.
Para Maeder "la sola lectura de los detalles previstos revela que la operación fue planteada con cuidado y con vistas a reunir una información completa de la población, las condiciones de vivienda, instrucción, salud y ocupación".
El 17 de abril de 1857, el Poder Ejecutivo resolvió "prorrogar por 30 días más el plazo fijado para el levantamiento del Censo en las manzanas o distritos de las provincias" y el ministro del Interior, en la memoria correspondiente a ese año, declaró ante el Congreso que creía que se podrían conocer los resultados "en setiembre".
De todas formas, no fue fácil llegar a esa fecha con los resultados del Censo en todas las provincias y el 25 de febrero de 1858 el ministro se vio obligado a recordar por circular a los gobernadores de diez provincias que le enviasen los resultados.
No obstante, durante 1858 fueron llegando los estados y cómputos de poblaciones de otras provincias a las oficinas del Gobierno de Paraná como los de Santa Fe, publicados el 22 de noviembre de 1858; de Santiago del Estero, el 5 de enero de 1859, y de Tucumán, el 6 de noviembre de 1858. De las restantes provincias no se tuvo noticia "y es verosímil que no hayan realizado el censo, ya por negligencia, o por la difícil situación interna de alguna de ellas", destacó Maeder.
Todos los resultados del Censo de 1857 fueron enviados al Ministerio quien los remitió a su vez a la Mesa Central de Estadística, donde se inició su estudio y clasificación.
"La falta de una publicación regular de carácter estadístico sin duda impidió que la información reunida pudiera ser divulgada y sólo a través de aisladas noticias periodísticas se tuvo conocimiento de la tarea cumplida", especificó Maeder.
Cuando la Confederación Argentina quedó disuelta, todo el material archivado en la Mesa de Estadística fue transferido a la Oficina de Estadística Nacional de Buenos Aires.
"Inicialmente, los extractos del Censo fueron publicados en las páginas de El Nacional Argentino (1852-1860), diario de Paraná que reflejaba la información oficial de la Confederación. Allí se publicó un cuadro completo del censo de Tucumán y resúmenes muy apretados de los de Corrientes, Santa Fe y San Luis, y sólo los totales de Córdoba, Santiago del Estero y Mendoza, dejando para Entre Ríos un informe incompleto y poco satisfactorio", señaló Maeder.
A pesar del tiempo transcurrido, esa documentación fue estudiada y parcialmente publicada en los volúmenes del Registro Estadístico de la República Argentina como lo hizo saber el investigador Damián Hudson, pero el 14 de junio de 1867 un incendio hizo desaparecer todos sus testimonios junto con un abundante material estadístico de otra índole allí reunido. De todas formas quedaron algunos datos que se pueden observar en la investigación de Ernesto Maeder.