domingo 9 de noviembre de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 9 abr 2022

Después de doce años de estar en pareja dos mujeres de 26 años se casaron en la Unidad 8 de La Plata

Una está privada de su libertad


Una mujer privada de la libertad de 26 años alojada en una cárcel bonaerense de La Plata, Mabel del Luján, contrajo matrimonio este viernes con Gisella, su pareja, que está en libertad y que tiene la misma edad.

El casamiento igualitario se realizó en la Unidad 8 Los Hornos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) con la presencia de una jueza de Paz y del ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Julio Alak.

En el establecimiento penal desde temprano comenzaron a recibir la visita de autoridades ministeriales, penitenciarias, del Registro Provincial de las Personas y familiares de las contrayentes.

Pasadas las 11 de la mañana, como estaba previsto, la jueza de Paz Andrea Pilar Giménez dio inicio a la ceremonia que reunió a las contrayentes y a las testigos, una compañera de Mabel, privada de libertad como ella, y a una de sus primas, que llegó con el resto de su familia.

Leídos los artículos de la Ley de Matrimonio Civil de rigor y tras los mutuos "sí quiero", los presentes estallaron en aplausos y se vieron  las lágrimas de emoción, no solo de Mabel y Gisella, sino también de muchos de los presentes y de la jueza.

Luego la magistrada expresó: “Fue muy emocionante por la historia de las chicas, después de doce años de estar unidas dieron por fin un sello a este cariño que se tienen. Ellas estaban muy emocionadas y fue muy bueno que la pueda acompañar tanta gente, la gente de la Unidad, el ministro Alak, sus familiares y la gente de Acceso a la Justicia. Fue muy importante para todos nosotros porque marca que es muy positivo el trabajo que llevamos adelante en todas las cárceles de la Provincia”.

También estuvo presente Gabriela Carpinetti,  directora nacional de Acceso a la Justicia de la Nación, que expresó:  “Acá rige la Constitución, y cómo no va a regir el derecho de soñar, el ánimo de amar, porque el amor también es un derecho y casarse es un derecho, en las distintas formas de amar que desarrollamos los seres humanos y las personas indistintamente del sexo , del género, de las opciones afectivas que hagamos, más que nunca hay que hacer valer ese derecho en las cárceles porque acá también se puede construir otra humanidad, otra forma  de relacionarnos y también de reparar el daño que se pudo haberle hecho a otros causándole dolor; así que a ustedes, más que nunca las felicito por este amor que es un derecho que no tenemos que perder nunca, ese derecho a  amar y de ser felices”.

A su turno, el ministro Alak expresó que quiere que las Unidades Penitenciarias no sean un mero "espacio asegurativo", sino "un espacio donde rijan los derechos sociales, los derechos humanos, que los internos e internas se pueden documentar como corresponde,  contraer matrimonio si lo desean, además de educarse, de formarse, de trabajar".


 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias