En La Plata una mujer le revisó el celular a su pareja y descubrió que abusaba de su hija de 9 años, al ver un video de la violación que estaba guardado en el aparato.

La niña que sufría los abusos disimulaba lo que sudcedía porque el hombre la amenazaba con matar a su mamá si confesaba los vejámenes. 

La madre de la nena, identificada como Carolina Dantola, realizó inmediatamente la denuncia y logró la detención de Pablo Alejando Juárez, que fue detenido. Sin embargo, la mujer recibe amenazas y mensajes intimidatorios tanto por parte de Juárez como del entorno familiar de él. En lo que va del año se tuvo que mudar en seis oportunidades y debió cambiar su número de teléfono, informó TN.

De acuerdo a su testimonio el denunciado le envía mensajes pidiéndole que desmintiera la denuncia : “Acá me van a matar, tenés que decir que todo es mentira”, le suplicó el hombre.

Un sopresa muy dolorosa

El 15 de noviembre del año pasado, Carolina aprovechó que su  pareja no estaba en la casa que compartían y le revisó el celular. Entonces  vio que en la galería de imágenes había videos con contenido sexual.  Alcanzó a reconocer la ropa de su hija de 9 años. Según reveló, en una grabación “se ven genitales masculinos y otros femeninos, de una nena”.

“También se logra ver un short que reconocí que era el de mi hija por un estampado muy particular que tiene”, detalló. Luego  despertó a la niña durante la madrugada y le preguntó si en algún momento su pareja la había manoseado. La menor negó todo. “No sabía qué hacer, encima yo estaba embarazada de 7 meses de él”, afirmó Carolina.

El hombre regresó a la casa, ella lo enfrentó y le preguntó sobre esos videos. Entonces el pederasta le propinó una feroz golpiza.

“Me pegó una hora y media hasta que llegó la policía”, contó la mujer, que luego fue trasladada a la comisaría quinta junto con su pareja. Allí hizo la denuncia por abuso sexual.

Un método macabro

Según la declaración de la mujer, los abusos comenzaron en 2019: “Él se pasaba a la cama de ella o a veces, cuando la nena venía a dormir a nuestra cama, cuando yo me dormía, la manoseaba por debajo de las sábanas. Se frotaba sus miembros con los genitales de ella”, detalló.

Además, en una ocasión la menor manifestó que le dolían sus partes íntimas. Debido a esto, Carolina la llevó al pediatra, pero el médico no la revisó y le atribuyó el dolor a una causa natural por el desarrollo.

Desde que el acusado fue detenido el 15 de noviembre, continúa preso debido a que se encontraron pruebas suficientes para dejarlo tras las rejas. Sin embargo, Carolina reclama a la Justicia que aún sigue padeciendo el hostigamiento por parte de los familiares de él.

Las autoridades le otorgaron un botón antipático y dictaron una orden de restricción perimetral que prohíbe a los familiares del abusador acercarse en un radio de 200 metros.