miércoles 7 de mayo de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 9 abr

Una investigación concluyó que los perros y gatos sanos podrían transmitir a sus dueños bacterias resistentes a los antibióticos

El estudio se presentará este año en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas que se realizará en Lisboa.


Investigadores de la Universidad de Lisboa y la Royal Veterinary College del Reino Unido llegaron a la conclusión de que los perros y gatos sanos podrían transmitir a sus dueños bacterias resistentes a los antibióticos, así como genes que desempeñan un papel clave en la resistencia bacteriana.

El estudio se presentará este año en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas que se realizará en Lisboa (Portugal) entre el 23  y el 26 de abril. Fue liderado por la doctora Juliana Menezes, de la Universidad de Lisboa (Portugal), y la doctora Sian Frosini, del Royal Veterinary College (Reino Unido).

"Nuestros hallazgos verifican no sólo el intercambio de bacterias resistentes a los antibióticos sino también de genes de resistencia entre los animales de compañía y sus propietarios en la comunidad", señalaron las científicas.

"Las bacterias resistentes a los antibióticos y los genes se transmiten entre perros y gatos y sus dueños, lo que subraya la necesidad de programas de vigilancia local continua para identificar el riesgo potencial para la salud humana", aseguró la doctora Juliana Menezes.

La bacteria 'Escherichia coli' (E.coli) es común en los intestinos de personas y animales sanos. Hay varios tipos diferentes y, aunque la mayoría son inofensivos, algunos pueden causar graves intoxicaciones alimentarias e infecciones potencialmente mortales, incluida la intoxicación sanguínea.

Particularmente importantes son las infecciones causadas por cepas altamente resistentes con Enterobacteriaceae productoras de BLEE y AmpC (AmpC-E) y Enterobacterales productoras de carbapenemasas (CPE), que son resistentes a múltiples antibióticos, incluidas la penicilina y las cefalosporinas.

A raíz de esto último, los investigadores querían averiguar cómo se propagan estas bacterias resistentes y si existe un cruce entre los animales de compañía sanos (es decir, gatos y perros) con sus propietarios.

Se recogieron muestras de heces de 58 personas sanas y de los 18 gatos y 40 perros que vivían con ellas en 41 hogares de Portugal, y de 56 personas sanas y 45 perros de 42 hogares del Reino Unido. Se recolectaron a intervalos mensuales durante cuatro meses y se utilizó la secuenciación genética para identificar tanto las especies de bacterias de cada muestra como la presencia de genes de resistencia a los medicamentos.

Entre 2018 y 2020, se encontró que 15 de 103 (15%; 1 gato y 14 perros) mascotas y 15 de 114 (13 %) miembros del hogar de ambos países eran portadores de bacterias productoras de ESBL/AmpC. De ellos, casi la mitad de los gatos y perros (6 en Portugal y 1 en el Reino Unido), y un tercio de los miembros de la familia (4 en Portugal y 1 en el Reino Unido) estaban colonizados por al menos una cepa multirresistente (véase la tabla 1 en las notas a los editores).

En cuatro hogares portugueses, los genes de resistencia a ESBL/pAMPc encontrados en las mascotas coincidían con los encontrados en las muestras de heces de sus propietarios.

En tres de estos hogares, los genes de resistencia coincidentes sólo se recuperaron en un punto de tiempo pero en un hogar se observaron cepas compartidas en dos puntos de tiempo consecutivos, lo que sugiere una colonización persistente de bacterias compartidas.

Además, en dos de los hogares los microbios de los animales domésticos coincidían con las cepas de 'E. coli' encontradas en la muestra de heces de su propietario, pero en los otros dos no había pruebas de que se compartieran las bacterias.

Cabe destacar que la ESBL son las iniciales en inglés de betalactamasas de espectro extendido. Son sustancias (enzimas) que pueden ser producidas por bacterias intestinales. Estas sustancias descomponen el antibiótico común, como la penicilina. Así, las bacterias productoras de ESBL generan resistencia a este tipo de antibiótico.

"A veces las bacterias no se comparten pero sus genes de resistencia sí. Estos genes se encuentran en trozos móviles de ADN, lo que significa que pueden transferirse entre diferentes poblaciones bacterianas en animales y humanos", concluyó Menezes.

Fuente: Europa Press

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