

La Argentina entró a la cuarta ola de contagios de Covid-19, como aseguró la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti esta semana.
Se registró un 186% más de casos que en el los últimos días, mientras unos12 millones de argentinos todavía no se aplicaron la tercera dosis aunque sobran vacunas que pueden vencer durante este 2022.
Las autoridades anitarias reconocen que desde enero, que fue el mes con más contagios por la tercera ola de Ómicron a la actualidad, la vacunación bajó bruscamente. En sólo un día, el 7 de ese mes hubo 568.000 aplicaciones , y el promedio de inoculación de esta semana fue muy bajo, de unas 130.000 dosis diarias.
En ese contexto este jueves se conoció un nuevo trabajo de la revista científica JAMA Cardiología, que estudió dos nuevos efectos adversos sobre distintos voluntarios vacunados en países nórdicos: la miocarditis y la pericarditis.
El informe fue realizado en 23 millones de personas que viven en Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia, tanto con vacunados con una dosis como con dos dosis. El resultado arrojó algo de preocupación: tanto la miocarditis como la pericarditis pueden ser causadas por las vacunas de Pfizer y de Moderna pero su incidencia no es alta y pueden considerarse efectos adversos raros o poco frecuentes.
De los 23 millones de residentes nórdicos analizados, 105 presentaron casos de miocarditis y 115 casos de pericarditis luego de recibir la vacuna de Pfizer. 15 individuos vacunados con Moderna también sufrieron pericarditis mientras que 60 sufrieron miocarditis, es decir, inflamación del miocardio, el tejido muscular del corazón.
"El riesgo de miocarditis después de la primera y segunda dosis de las vacunas de ARNm contra el SARS-CoV-2 fue mayor en hombres jóvenes de 16 a 24 años después de la segunda dosis", señala el trabajo, y agrega: "Las tasas de incidencia de miocarditis durante el período sin vacunación fueron de 9,7 por 100.000 años-persona para los hombres y de 4,3 por 100.000 años-persona para las mujeres".
En los hombres la pericarditis siguió un patrón similar a la miocarditis según la vacuna y la edad, pero con una tasa interna de retorno (TIR) más bajas.
La pericarditis es la inflamación de la doble membrana que envuelve al corazón, el pericardio, y ello puede generar un derrame pericárdico (formación de líquido entre la membrana que está pegada al corazón y la que está en contacto con los pulmones) y "engrosamiento, retracción y calcificación del pericardio", señala el estudio.
No obstante aclararon que "el pronóstico es bueno en la mayoría de los casos" y, con el tratamiento adecuado -que suele durar entre dos y tres semanas- los síntomas suelen desaparecer en unos días.