martes 1 de julio de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 31 may 2022

En el Día Mundial Sin Humo, aseguran que el 14 % de las muertes en Argentina son atribuibles al tabaco

Lo afirmó el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria


Cada 31 de mayo, a propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se celebra el Día Mundial Sin Humo. Este año, bajo el lema “El tabaco envenena nuestro planeta”, la OMS ha elegido poner el acento "en el daño que la industria tabacalera y el consumo de tabaco producen en el medio ambiente".

Según el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el 14 % de las muertes en Argentina son atribuibles al tabaco.  “A pesar de que, entre 2005 y 2018, la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo registró una disminución del 25 % en la cantidad de personas que fuman, aún hay un 22,5 % de adultos que continúan haciéndolo", aseguró el doctor Alejandro Videla, docente de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.

Videla, quien además es presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, detalló que no son sólo los fumadores quienes están expuestos al humo del cigarrillo sino también aquellas personas que comparten el ambiente con aquellos que fuman.

"Además, uno de cada cuatro no fumadores refiere haber sido expuesto al humo de tabaco de otras personas en el hogar”, agregó el especialista.

“A nuestro alrededor se encuentra presente el humo de tabaco de segunda mano, antes llamado tabaquismo pasivo, que se genera por la inhalación de sustancias tóxicas que sufre una persona al compartir un ambiente cerrado con un fumador. Además, también existe el humo de tercera mano, el cual se refiere a las partículas tóxicas que se depositan en lugares donde alguien fumó y que pueden causar daño a la salud horas o días después de que impregnaron el ambiente”, manifestó el doctor.

El Jefe del servicio de Neumonología del Hospital Universitario Austral indicó que el aislamiento y la preocupación por el contagio del COVID-19 durante la pandemia impulsó a muchos fumadores livianos y jóvenes a dejar atrás este hábito.

“Sin embargo, la disrupción en el acceso a los sistemas de salud, la ansiedad y el nerviosismo generados por la pandemia también llevaron a que muchos fumadores aumentaran el consumo de cigarrillo o no lograran dejarlo a pesar de los intentos”, lamentó Videla.

En su página web, la OMS reportó que 600 millones de árboles fueron talados para permitir el cultivo de tabaco y 84 millones de toneladas métricas de CO2 fueron emitidas a la atmósfera, lo que ha llevado a aumentar la temperatura global, y aseguró que se han utilizado 22 mil millones de litros de agua para la fabricación de cigarrillos.

La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo señaló que el 70 % de las personas que fuman buscan dejar de fumar pero son víctimas de la adicción.

“Sí aprendimos que nuestros cambios de conducta pueden protegernos de un contagio infeccioso, lo mismo puede aplicarse al tabaquismo. Los intentos de dejar de fumar son exitosos si se realizan con apoyo de modificación conductual y de farmacoterapia adecuada”, aseguró Videla.

Finalmente, el docente de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral recordó que los beneficios al dejar el cigarrillo pueden verse inmediatamente: “disminuye la presión arterial, mejoran la función respiratoria y el olfato, aumenta la capacidad de concentración, disminuye la cefalea por la mañana. Además, los riesgos cardiovasculares disminuyen significativamente en los primeros días que la persona deja atrás este hábito”.

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